Introducción del libro
En el maravilloso poema épico indio, el Mahabharata, se le pregunta al sabio Yudhisthira: «¿De todos los hechos de la vida, cuál es el más sorprendente?» Yudhisthira responde: «Que un hombre, viendo cómo los otros mueren a su alrededor, nunca piense que él va a monr.»
Dos mil años después, las personas siguen eludiendo la realidad de su propia muerte. En un reciente artículo del New York Times, el doctor Jack B. Weissman, especialista en enfermedades contagiosas, señalaba: «Lo que me sorprende de nuestro sistema es que la mayoría de la gente teme más cómo morirá que el hecho mismo de que morirá,. Cuando pensamos en el hecho de morir, a menudo nos preocupamos más por cómo eludir el dolor y el sufrimiento que puedan acompañar nuestra muerte que por hacer frente realmente al significado de la muerte y al modo de acercamos a ella. Necesitamos modelos, gente que nos enseñe a emprender de un modo elegante el acto de abandonar este mundo, así como a situar la muerte en su propio contexto. Para ello, es natural dirigirse a quienes son los más expertos en afrontar la muerte (y la vida): los maestros espirituales.
El budismo tibetano, el budismo zen y las tradiciones hindúes o yóguicas que constituyen el núcleo de este libro están profundamente vinculadas entre sí. Uno de sus vínculos es la importancia extraordinaria que dan al acto de morir. Para comprender el porqué, necesitamos ir más allá de los principios del karma y de la reencarnación, que en Oriente han estado intrínsecamente entrelazadas en el tejido de la vida desde la antigüedad.
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