Introducción del libro
Pasamos una tercera parte de nuestra vida durmiendo. No importa lo que hagamos, lo virtuoso o no de nuestras actividades, si somos asesinos o santos, monjes o libertinos, cada día termina de la misma forma: cerramos los ojos y nos disolvemos en la oscuridad. Hacemos esto sin ningún temor, a pesar de que todo lo que conocemos como 'yo' desaparece. Después de un corto período, surgen imágenes y nuestro sentido de identidad aparece con ellas; existimos otra vez en el mundo aparentemente ilimitado de los sueños. Cada noche participamos en estos misterios profundos, cambiando de una dimensión de experiencia a otra, perdiendo nuestro sentido del ser y recuperándolo otra vez, y damos todo esto por hecho. En la mañana despertamos y continuamos con nuestra 'vida real', pero en cierto modo estamos todavía durmiendo y soñando. Las enseñanzas nos dicen que podemos vivir en este estado de sueño e ilusión día y noche, o podemos despertar a la verdad.
Cuando practicamos los yogas del dormir y del soñar, nos volvemos parte de un gran linaje de practicantes; por siglos, hombres y mujeres han realizado las mismas prácticas, enfrentando las mismas dudas y los mismos obstáculos que nosotros y recibiendo los beneficios que nosotros también podemos acoger. Muchos lamas de alto rango y muchos yoguis realizados han hecho de los yogas del dormir y del soñar sus prácticas centrales y han alcanzado la realización a través de ellas. Al reflexionar sobre esta historia y recordar a las personas que han dedicado su vida a las enseñanzas, nuestros antepasados espirituales que a través de las mismas nos han legado el fruto de su práctica, podemos generar fe y gratitud en la tradición. Algunos maestros tibetanos podrían pensar que es extraño que yo enseñe estas prácticas a occidentales que no han hecho ciertas prácticas preliminares o que no tienen cierta comprensión. En el pasado, estas enseñanzas se mantuvieron en secreto por respeto, así como una forma de protección contra alteraciones causadas por interpretaciones erróneas por parte de estudiantes con poca preparación; nunca se impartían en público ni se daban casualmente, sino que se reservaban para los individuos que estaban preparados para recibidas.
|