Comentario de la Librería
Viktor Frankl es el creador de la logoterapia -la llamada 3ª escuela de psicología de Viena. Esta técnica psicoterapéutica consiste en reconocer la importancia de tener un motivo o un propósito por el que luchar y esforzarse en la vida (familia, amigos, escribir un libro, viajar). En este sentido Frankl creó una nueva rama de la psicología que se diferenciaba de las existentes en lo siguiente: si bien otras escuelas 'postulaban' el principio del placer, o del poder, la logoterapia (del griego clásico logos: sentido, propósito, significado), apuntaba a la búsqueda de un sentido de la existencia individual -y encontrar así una fuente de energía creativa interior, o de voluntad, para seguir luchando por este propósito, así como la falta de la misma puede conducir a la apatía o a irresposabilizarse de la propia existencia).
En relación a esto, la psicoterapia de Frankl tampoco se centraba en bucear al encuentro de traumas del pasado -y su integración o resolución-, para así poder proseguir hacia el futuro con menos cargas o bloqueos interiores. Más bien Frankl se centraba en hallar la energía o propósito que podía ayudar a luchar a la persona para conseguir su objetivo -fueran cuales fueran las circunstancias exteriores, más favorables o menos.
En este sentido Frankl no sólo 'halló' una nueva forma de psicoterapia, sino que a un nivel humanista apostó por la existencia de un sentido en la vida de las personas, e incluso espiritualmente concibió el universo como una entidad que hace preguntas a cada ser humano (ante una adversidad, ante un reto, ¿qué respuesta ofreces?). Al dar una respuesta desde la libertad personal, con una acción o una actitud, la persona se define a sí misma -ante el mundo, ante la existencia.
Es posible que la logoterapia de Frankl no suponga haber alcanzado el absoluto o la forma última, verdadera o acabada de la psicoterapia. Quizás sólo sea una herramienta más entre las posibilidades terapéuticas -y que convenga más a uno que a otros, aunque quizás a todos un poco. Pero bien es cierto que dio en el clavo al señalar esta característica del ser humano que quizás es uno de los aspectos que lo distingue del reino animal: de la búsqueda o identificación con un propósito en la existencia (tanto si son grandes temas como las pequeñas cosas que nos plantea la vida cotidiana de cada día).
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