Investigación y Psicoterapia Psicodélica

      Contraportada

    Este libro de entrevistas del Dr. Iker Puente es un completo recorrido por el trabajo que se está realizando actualmente en el campo de la investigación psiquedélica, recogiendo las aportaciones de numerosos investigadores y psicoterapeutas que están protagonizando el retorno a este tipo de investigación, así como el trabajo realizado a lo largo de las décadas de 1960 y 1970 por una serie de investigadores pioneros. Este libro recoge un total de 16 entrevistas realizadas a lo largo de siete años en diferentes países, lugares y circunstancias.

    Este libro se edita, además, en un momento muy apropiado. Su publicación, dirigida tanto a la comunidad científica y profesional como a un público general, coincide con un momento en el que estamos experimentando un notable renacimiento a nivel internacional del interés en la investigación científica de las sustancias psicodélicas. Estas novedades engendran esperanzas de que en un futuro los psicodélicos regresarán a manos de terapeutas y experimentadores responsables.

    Investigación y psicoterapia psicodélica repasa el pasado, el presente y el futuro de la investigación y psicoterapia con sustancias psicodélicas, y lo hace de la mano de sus protagonistas: investigadores, psiquiatras y psicólogos que han estudiado y estudian actualmente el potencial de estas sustancias para el tratamiento de diferentes trastornos psicológicos y emocionales, para la creatividad y la resolución de problemas y para inducir experiencias místicas, entre otros usos. El libro describe con detalle el momento en el que se encuentra esta investigación en la actualidad, y apunta hacia el futuro de este floreciente y prometedor campo de estudio.

    La rica y completa información contenida en el libro puede resultar muy beneficiosa para el futuro de la investigación y la psicoterapia con sustancias psicodélicas, al hacer accesible con un lenguaje ameno y sencillo este conocimiento a un público amplio que desee informarse sobre este campo.

  Introducción del libro

    Stanislav Grof

    Iker: ¿Cuántas sesiones psicodélicas has dirigido a lo largo de tu vida, teniendo en cuenta las etapas de Praga y EE. UU.?

    Stanislav:En total hubo más de tres mil sesiones en las que estuve personalmente presente. Luego supervisé muchas otras, pero fueron más de tres millas que guie yo mismo. En este punto tenía mi formación médica y estaba familiarizado con el psicoanálisis y su marco conceptual. Entonces hacíamos series largas de sesiones con dosis medias desde una óptica psicoanalítica, lo que se conoce como 'terapia psicolítica'. Inicialmente comencé las sesiones con un setting o contexto psicoanalítico: la persona se tumbaba en el diván y yo me sentaba detrás de él. Poco a poco este setting se fue mostrando más y más inapropiado.

    Después comencé a sentarme frente a frente. Al principio las personas todavía tenían los ojos abiertos la mayor parte del tiempo de la sesión, por lo que pude recoger muchas observaciones de cómo el cliente me veía a lo largo de la sesión; entonces me podía convertir en un jaguar, o en Hitler, o en un juez supremo, o en un ángel o lo que fuera. Y las personas veían de una forma diferente la sala de tratamiento: a veces se podía convertir en una sala de juicios, o en una playa desierta, o en un corredor de la muerte. En aquel momento como psicoanalista estaba fascinado preguntándome por qué, en un momento específico, me veían de una manera determinada; qué había debajo de eso. Entonces vi que el material que estaba viniendo del inconsciente era lo que dictaba esas transformaciones ilusivas de la percepción.

    Y en la medida que íbamos avanzando sesión tras sesión, era como si se fueran abriendo una capa tras otra, lo que un paciente mío llamaba 'ir pelando la cebolla del inconsciente', lo que da un sentido muy preciso de cómo las diferentes capas del inconsciente están interconectadas. Es de estas observaciones de donde proviene el concepto de «sistemas COEX» (sistemas de experiencia condensada), que describe cómo los contenidos están interconectados en el inconsciente, y cómo se asocian a los síntomas. Después me di cuenta de que este no era el contexto psicoterapéutico más eficaz, pero fue una etapa exploratoria interesante. Gradualmente empecé a pedir a los pacientes que tuviesen los ojos cerrados, y que mantuviesen la atención y el proceso centrado en el interior todo el tiempo, básicamente lo mismo que hacemos ahora en la respiración holotrópica.

    Yo estaba presente en esas sesiones tomando notas, y después les pedía que escribiesen un informe. Entonces se convirtió en una investigación fascinante del estudio de la psique. Poco a poco fui comprendiendo cómo los síntomas estaban conectados con estos niveles diferentes, las diferentes emociones, dónde estaban anclados los diferentes problemas psicosomáticos, y descubriendo cosas como los sistemas COEX, las constelaciones de experiencias que comparten cierta cualidad emocional, o ciertas sensaciones físicas. Después vimos cómo cada uno de estos sistemas COEX estaba anclado en uno de los estadios del nacimiento, abriéndose toda el área que ahora llamo perinatal. Y entonces vimos que las experiencias venían en clusters experienciales, agrupadas, y cada uno de ellos estaba relacionado con uno de los estadios del nacimiento. Luego empecé a denominar a estas agrupaciones experienciales 'matrices perinatales básicas' (MPB). Las personas se quedaban ahí unas sesiones, y después empezaban a tener experiencias que luego llamé «transpersonales»: empezaban a identificarse con otras personas, experimentando la conciencia grupal, identificándose con animales de formas muy realistas y genuinas; empezaban a entrar en los reinos arquetípicos y a ver imágenes arquetípicas.

    José Carlos Bouso

    (Sobre los problemas mediáticos en relación a su estudio con MDMA y el SEPT)

    (...) El teléfono empezó a sonar; era una periodista de Telemadrid. Le dije que no estaba interesado en hablar. Volví a la cama. El teléfono volvió a sonar: Tele 5, TVE, Radio Nacional, esto se había desmadrado. En aquella época los números de teléfono personales se podían encontrar en los listines telefónicos. Cuando fui consciente de la que se estaba liando me duché rápido y me fui a la universidad, y estuve allí desde las nueve o diez de la mañana concediendo entrevistas ininterrumpidamente hasta las siete o las ocho de la tarde. No pararon de venir medios: radio, televisión... Una locura. Entonces, esa frase de que todo el mundo quiere tener cinco minutos de fama... Para mí fue una sobredosis. La más maja fue una periodista de Antena 3 que luego cada vez que salía una noticia alarmante sobre el éxtasis me entrevistaba o me pedía información y la contrarrestaba. La terminaron echando por subversiva, que lo era en otros ámbitos también.

    Y la noticia de El País fue motivo suficiente para que se iniciara una reacción de pánico en cadena. El estudio empezó a ser movido en clave política desde ese momento, y finalmente fue cerrado. En 24 horas tuvimos una inspección de Sanidad de la Comunidad Autónoma de Madrid. Aunque el permiso nos lo había concedido el ministerio, la competencia de las inspecciones es de las comunidades autónomas. De esta inspección no emitieron ningún informe, que es lo habitual tras una inspección. Y al día siguiente me llamó el gerente del hospital, que era un cargo político, que le habían llamado «desde arriba»; nos reunimos y me lo dijo muy claramente: «El estudio puede ser muy interesante y todo lo que tú quieras, en eso no entro, pero comprenderás que entre tú y yo, me voy a quedar yo». Y el estudio se cerró y ahí terminó la historia. Todo muy a la española, con ese poder que tienen las autoridades para saltarse la legalidad impunemente.

    Todos los apoyos que había recibido del comité de ética del Hospital de La Paz desaparecieron, seguramente por miedo. El comité de ética tenía que haber luchado para que este estudio pudiese continuar al no haber un informe que así lo justificara. Pero no fue así. Pedí ayuda al rector de la UAM, que tampoco me ayudó. Y en realidad lo entiendo en parte, las personas te apoyan cuando las cosas van bien, y muchas te retiran su apoyo cuando las cosas van mal. Todo esto fue en mayo de 2002. El marzo anterior había habido dos muertes por éxtasis en una macrofiesta en Málaga, y durante días y semanas casi cada día había debates en televisión sobre el éxtasis, la muerte de los jóvenes, la destrucció de neuronas, el mal de la nueva droga de diseño, etc. Cada día y en todas las cadenas. Por eso le pedí a Rafael Méndez, el periodista, que esperase a que las cosas se calmasen, que estábamos en medio de una polémica que hacía que no fuera el mejor momento para lanzar esta noticia. Que iba a ser una bomba de relojería que acabaría con el estudio. Nadie va a entender que un día se habla de las muertes por éxtasis y que al día siguiente de que sirve para tratar traumas psicológicos, como el de las víctimas de una violación.

    Jeffrey Guss

    (Sobre los resultados de su investigación con psilocibina con pacientes que padecen un cáncer)

    Iker: ¿Cuáles fueron los principales resultados y hallazgos de vuestro estudio?

    Jeffrey: La mayoría de nuestros pacientes mostraron un gran descenso en los síntomas de depresión y ansiedad. Tuvieron mejoras en sus sentimientos intrínsecoespirituales sobre que la vida tenía un sentido, que la vida tenía un propósito, que la vida merece ser vivida, y una sensación de mayor energía y bienestar general. En resumen, encontramos cambios significativos en nuestros participantes tras la administración de la psilocibina, principalmente en relación a los síntomas de depresión y ansiedad. Y todos los participantes, que al final del estudio habían recibido las dos condiciones (la psilocibina y el placebo), mostraron mejoras en las mediciones secundarias de desesperanza, trascendencia de la muerte y en bienestar psicológico y espiritual.