Etnomicólogo e investigador de la relación de los enteógenos en el chamanismo y las religiones
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Biografía |
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Robert Gordon Wasson y su esposa Valentina Pavlovna están considerados como los padres de la etnomicología, o sea, el estudio de los hongos (básicamente enteogénicos) en relación con la formación de la cultura humana.
La historia y la labor de este matrimonio es la amalgama resultante del encuentro entre una cultura micófila y otra micófoba (amante de los hongos y adversa a ellos, respectivamente). Él era de origen anglosajón, pero nacido en los Estados Unidos, mientras que ella era eslava, nacida en Rusia y emigrada a Inglaterra tras la revolución bolchevique. Nuestra historia su historia- arranca de un romántico paseo por los bosques de las Catskills durante su luna de miel. Fue en 1926 cuando Valentina, en este memorable paseo, dejó a su amado plantado en el camino para lanzarse a buscar setas en un bosque adyacente al camino que transitaban. Su espantado marido la reprendió repetidamente, advirtiéndole que no tocara esos repugnantes seres que, según había asimilado de su cultura anglosajona, eran todos venenosos, nauseabundos y de adjetivos peores si cabe. Ella, sin tomarle muy en serio, no paraba de recolectarlos, recordando sus tiempos mozos en la Rusia natal, sonriendo ilusionada y secándolos para la elaboración posterior de una sopa. Negándose Robert a probar tan sólo una cucharada de la misma, y repitiendo que eso era un manjar más que tóxico, al día siguiente, estando ambos sanos y estupefactos por sus actitudes emocionales diametralmente opuestas ante los hongos, decidieron emprender un estudio de todo lo que pudieran recabar sobre las setas, para intentar esclarecer ese choque entre culturas en todo lo referente al mundo fúngico.
Esta labor, que llevaron a cabo durante su tiempo libre, les condijo a un largo camino que se extendería cerca de 30 años, durante los cuales rastrearon canciones populares y etimologías de palabras, viajando incansablemente a mil países. El gran punto de inflexión y reafirmación de este trabajo aconteció en México, en la Sierra Mazateca. R. Graves envió a los Wasson un recorte prensa en el que se mencionaba un artículo de R.E. Shultes sobre rituales con hongos en un pequeño pueblo oaxaqueño, y allí se dirigieron los Wasson. Tras varios viajes de sondeo, en la noche del 29 de junio de 1955 Robert fue admitido a una velada con hongos sagrados bajo la sabia guía de la mítica María Sabina. En esa sesión fue desvelado al entendimiento de un occidental lo que durante largos siglos había permanecido oculto a los miembros de su cultura: que las experiencias visionarias no eran un sueño de una mentalidad infantil de los pueblos antiguos, sino que eran algo real; y también que detrás de muchas de estas experiencias se 'escondía' un preparado enteogénico, un hongo o una planta visionarios.
En sus posteriores trabajos, los Wasson, casi como si de una labor de arqueología se tratara, investigaron todos los rastros que apuntaban a un uso de los enteógenos en diversas religiones tanto en Europa y Asia como en América. De ello nació el trabajo que desveló la naturaleza enteogénica del soma védico, el haoma iranio, el kykeon helenístico, el teonanácatl precolombino... en definitiva, al mismo Árbol del Conocimiento, del bien y del mal.
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