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Índice |  |
Fragmento del libro | |
Contraportada |  |
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Si durante los años 90 del siglo XX Antonio Escohotado escribió la Historia General de las Drogas, primero publicándolo en 3 volúmenes y luego en un solo tomo de más de 1000 páginas, en esta segunda década del siglo XXI se ha escrito un ejemplar similar dedicado a la historia del cannabis. Y, como quien no quiere la cosa, el resultado emula a la perfección al libro de Escohotado: en envergadura, en número de páginas, en peso, en el volumen de información volcado en sus páginas, así como en amenidad. Isidro Marín Gutiérrez, profesor universitario, amante y devoto de la planta, ha escrutado, repasado, leído, aprendido y digerido toda la bibliografía y contenidos de hemerotecas, tanto del ámbito español como internacional, relacionados con la cannabis. Y ha estructurando esta historia a conciencia, de tal manera que resultará de interés tanto para el estudioso (como obra de referencia y de consulta), como para el aficionado (pues su lectura también resulta de lo más entretenida). Además de ser informativa, ofrece tal cantidad de anécdotas que el lector puede estar seguro que de que pasará muchos buenos ratos sumergiéndose en sus páginas -en este sentido, el libro podría resultar de agrado incluso para personas ajenas al tema-. Desde los primeros indicios de su empleo en tiempos prehistóricos, pasando por la documentación disponible que atestigua su uso espiritual, medicinal o para fabricación de cuerdas, tejidos o papel en numerosas civilizaciones, así los primeros intentos de prohibición o regulación en países islámicos, hasta llegar a nuestros días, con el prohibicionismo y los altibajos sociales y legislativos. Además, a través de sus páginas veremos desfilar mil y un personajes relacionados con esta planta (como Tim Leary o Bob Dylan), o bien todos los movimientos asociativos cannábicos, tanto en el ámbito español como el europeo o americano. Es una lástima que este volumen no incluya los últimos acontecimientos legislativos en EE.UU., tenientes a despenalizar el uso medicinal del cannabis (y, en algunos casos, incluso el empleo recreativo). Esperemos que en futuras ediciones este apartado entre igualmente en escena. También sería necesiario añadir algunas referencias más a las fuentes, sobre todo en relación a su uso religioso. Por lo demás, el libro incluye una más que extensa bibliografía cannábica. En definitiva, una obra de referencia, casi definitiva y sin parangón en otros idiomas, que al mismo tiempo garantizará muchos ratos de agradable lectura para los amantes de la cannabis y eruditos cananbinófilos. |
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Índice del Libro | |
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Este trabajo es un estudio de la historia universal sobre el consumo de cannabis. Vemos como el cannabis es una sustancia que se encontraba restringida a un determinado ámbito geográfico, se introdujo progresivamente en el cometido mundial, en diferentes épocas y lugares. La expansión del consumo de cannabis se produjo gracias a soldados, marineros, mercaderes, diplomáticos, estudiantes, inmigrantes, trabajadores extranjeros, refugiados y por último turistas que a lo largo de la historia han llevado su consumo desde Asia central a cualquier punto de nuestro planeta. El transporte del cannabis por diferentes fines ha sido una variable crucial para el éxito de la mundialización de esta planta. La cultura cannábica está de enhorabuena con la publicación de este inmenso libro por el que bucear y descubrir los secretos de esta planta crucial para el desarrollo de eso que llamamos humanidad. |
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El Médico de la Reina En 1890 el médico personal e la reina Victoria de Inglaterra, Sir. J. Rusell Reynolds, le receta cannabis para sus problemas menstruales (Herer, 1999:37); él reconoce en el primer número e la revista The Lancet que el cannabis cuando está puro y es administrado cuidadosamente, «es una de las más valiosas medicinas que poseemos» (Reynolds, 1890: 637-638). Él también escribió en su diario el 22 de mayo de 1890: «Parece ser que hay muchos casos de epilepsias en la población adulta, creo que se trata de males de origen nervioso y que el cáñamo indio cura de manera muy remarcable». Él lo utilizaba para dolores menstruales, tratamiento para alcohólicos, la dismenorrea, la migraña, las neuralgias, incluyendo los tics dolorosos (un doloroso desorden neurálgico facial), las convulsiones epilépticas, las depresiones, el asma y el insomnio senil (afirmando que: «En casos de este tipo no he encontrado nada que sea de utilidad comparable a una moderada dosis de cáñamo índico»). También era útil para prevenir los ataques de jaqueca: «Muchos enfermos han mantenido su sufrimiento en suspenso durante años tomando cannabis en el momento en que el ataque amenaza o está en sus comienzos». Según Reynolds, el cannabis siguie siendo efectivo durante meses e incluso años, sin necesidad de aumentar la dosis. También lo utilizaba para el tratamiento de desintoxicación de opio (Grispoon y Bakalar, 2001: 30). Rusell lo califica como un euforizante apacible (Grispoon, 1971:56). |
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