Comentario de la Librería
Este libro empieza lanzando la pregunta del la necesidad de añadir otro libro a la lista de los títulos sobre tanatología. Y el autor se responde: pues para introducir el tema de la espiritualidad y las creencias religiosas en este contexto -más allá del estudio de la supervivencia de la consciencia, o la descripción de los estados intermedios del bardo. Ciertamente vivimos en un mundo en el que los médicos han reemplazado a los sacerdotes en la función espiritual, y es habitual que los últimos rituales, las creencias y las costumbres asociadas a las momentos póstumos, se pierdan y se descuiden. He aquí, pues, el grano de arena aportado por este libro, que insiste en la importancia de prestar atención sobre a la última etapa de la vida, sobre nuestra actitud, nuestras convicciones, la serenidad, las dudas, el acompañamiento, la relevancia de tener una visión madura sobre este proceso -que tiene tanta importancia como cualquier otra parte de la existencia, o quizás más.
El libro no queda adscrito ninguna confesión religiosa en particular, si bien en el título se haga referencia al zen y su autor fuera monje budista occidental, con una extensa formación en el Japón. Los comentarios, las temáticas y las observaciones que se plasman a lo largo del texto están extraídas de numerosas culturas y tradiciones: desde la Grecia clásica hasta el occidente moderno, pasando por la India, las costumbres de México, el cristianismo, el Tibet, Oriente... Inicialmente el título del libro era otro: La rueda de la vida y de la muerte, centrándose más en los conceptos del karma y la reencarnación (creencias que no necesariamente quedan adscritas al pensamiento oriental). En esta segunda edición estos aspectos siguen teniendo un peso importante, pero a su vez se amplían y se extienden abarcando numerosas temáticas: desde le testamento vital a consideraciones sobre de la eutanasia, los cuidados paliativos, la aceptación de la muerte, el vivir con dignidad esta última fase de la vida, la necesidad de encarar con serenidad el tránsito, o la ayuda de la meditación...
El texto queda organizado en cuatro secciones. En la primera se afronta la necesidad de reconocer el tránsito como un acontecimiento natural y que forma parte de la existencia; o sea, la conveniencia de encarar este aspecto de la vida sin darle la espalda, de preguntarse sobre el mismo, de conocer su interrelación con los otros aspectos de la existencia como totalidad. En la segunda parte el autor aborda aspectos concretos para cuando se acerca el momento del tránsito: la relación con la familia, la conveniencia de afrontar con serenidad el final de la vida, o los últimos rituales. La tercera y cuarta partes expanden los conceptos del karma y la reencarnación, el estudio sobre la supervivencia de la consciencia, las implicaciones prácticas de la ley del karma, y casos que conducen a considerar la reencarnación como un fenómeno más que plausible. En los apéndices del libro se tratan aspectos de índole más concreta, como los cuidados paliativos, la conveniencia del testamento vital, los límites del empleo de técnicas avanzadas para prolongar la vida, la fase del duelo, o la ayuda de la meditación para afrontar el dolor y aportar serenidad.
En definitiva, un texto que aporta conocimiento y esperanza a un aspecto de la existencia que el mundo moderno ha querido olvidar y dejar de lado.
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