Contraportada
Este libro es la edición mexicana del libro 'Los niños y la muerte', de la misma autora.
Incluyendo relatos que se dirigen a lo más profundo de nosotros y producto de una década de trabajo con niños moribundos de diversas edades, esta obra nos cautiva por su enorme serenidad y realismo. Si logramos ventilar la atmósfera deprimente, desprendernos del temor reverencial que todos sentimos por ese compañero cotidiano que es la muerte, más aprenderemos sobre la vida y sus misterios finales. 'Es la puerta para comprender la naturaleza humana, su lucha por sobrevivir y, en último término, su evolución espiritual. Los que hemos aprendido a conocer la muerte, en vez de temerla y combatirla, nos hemos convertido en maestros de la vida'.
«Me han solicitado muchas veces que formule mis ideas sobre los niños y la muerte, ya que la mayor parte de mi material publicado está más interesado en los adultos. Por ello, este libro trata de las preguntas:»
«- ¿Cuán diferentes son los niños de los adultos cuando encaran una enfermedad final?»
«- ¿Tienen consciencia de su inminente muerte, aun si los padres y el personal del hospital no mencionan la gravedad de dicha enfermedad?»
«- ¿Cuál es su concepto de la muerte, a diferentes edades, y la naturaleza de su destino?»
«- ¿Cómo podemos ayudar mejor a ellos y a sus padres, abuelos y hermanos durante este período de despedidad final?»
«El material de este libro es fruto de una década de trabajo con niños moribundos de diversas edades, así como el vasto conocimiento de madres y padres que han pasado pro esta pensoa experiencia, y que han perdido uno, dos -sí,y aun tres- hijos.»
«Quiero comunicarte, lector, el conocimiento interno de estos niños moribundos, para que puedas también desarrollarte, aprender y a así captar la importancia de la voz interna, a la que necestiamos escuchar. Tengo la convicción de que es el aspecto intuitivo y espiritual de nosotros, los humanos -voz interna-, l oque nos da el 'conocimiento' y la plaz y nos indica la dirección a tomar ante los avatares de la vida, no separados, sino unidos por el amor y la comprensión.»
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