Comentario de la Librería
Entre de los trabajos sobre cosmología espiritual este libro es un punto de referencia. Supuso el primer estudio más o menos extenso y organizado en presentar similitudes entre el misticismo religioso (en este caso oriental) y los trabajos modernos de la física teórica (en este caso, la física de partículas).
Fritjof Capra era estudiante de la física de altas energías cuando un buen día, encontrándose en una playa, tuvo una experiencia mística en la que visualizó las partículas que forman en universo interrelacionándose entre sí, en una especie de danza cósmica. Siendo conocedor de la física de partículas, y encontrándose a mediados de los años 70 (época post-hippy y con libros como los de Castaneda y espiritualidad oriental corriendo por todos lados) se puso a investigar la posible relación entre la física de partículas y las tradiciones místicas que describen al universo como una creación global, en la que todas las partes quedaban interrelacionadas y en la que tanto el mundo como su observador se participaban en este proceso creativo.
Con todo, este libro supuso la campanada de partida a una buena serie de estudios que aun hoy siguen apareciendo -por ejemplo, la hipótesis reciente de la existencia de múltiples universos. En el presente trabajo Capra presenta su hipótesis en tres fases: en la primera se exponen los más recientes e interesantes descubrimientos sobre la naturaleza de la realidad física llevadas a cabo en el campo de la física de partículas; en la segunda nos expone la concepción de tres escuelas de pensamiento orientales sobre la naturaleza de la mente y del universo: el taoísmo, el budismo y el hinduismo; y como conclusión del estudio el autor traza el punto de encuentro de estas dos concepciones, la oriental y occidental, sobre la naturaleza del universo, encontrando coincidencias semánticas y de significado, que le llevan a plantear la similitud de aproximación a un cosmos no determinista, en el que todas las partes se encuentran interconectadas, y en la que el observador y lo observado se funden en un diálogo creativo, en el que el universo demanda ser entendido más que analizado.
Redactado de una forma amena y absorbente, quizás menos espectacular que algunas obras más recientes, en favor de este libro puede decirse que ha aguantado bien el paso de los años: la presente edición se ha publicado en ocasión al 25 aniversario de su primera aparición, añadiéndose un nuevo prólogo y un capítulo final para la ocasión. Por lo demás, El tao de la física se ha traducido ya a 23 idiomas!
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