Comentario de la Librería
En la contraportada de este libro se nos sugiere que nos encontramos ante el mejor estudio sobre el sufismo, habido y por haber. Sin llegar a tanto, diríamos que en realidad este fue el libro que dio la campanada de salida al despertar de un amplio interés en occidente por la rama mística del Islam. Extendido desde la India hasta Egipto, con un importante centro en Persia y notables personalidades en el al-Andalus, el sufismo ya había captado el interés de estudiosos y exploradores occidentales a mediados del siglo XIX y principios del XX, pero en ningún caso los textos publicados despertaron el interés y la pasión que generó el presente estudio de Idries Shah.
Nacido de las conversaciones que mantuvieron Shah y Robert Graves en Mallorca a principios de los 60, la narración del presente ensayo se abrió como un abanico al interés occidental por el misticismo oriental, a sus conexiones y relaciones con personajes y movimientos del occidente cristiano, a las filosofías y la mística de personajes de la talla de Rumi o Ibn el-Arabi, a las prácticas extáticas que van más allá de la seca doctrina social de la religión...
En el desarrollo de este libro trepidante y apasionante, pueden descubrirse formas de pensamiento similares a las exploradas por Robert Graves en sus investigaciones de hechos pasados; relaciones y conexiones entre hechos y contenidos que van más allá de la documentación persistente a través de los tiempos; el elevado tono místico de todo el libro; la relación entre personajes como san Francisco de Asís u otros pensadores occidentales con el sufismo... Esta característica acarreó cierto distanciamiento de los eruditos con respecto al libro que nos ocupa, pero no cabe negar que a su vez ofrece maravillosos y sorprendentes puntos de referencia que abren perspectivas insospechadas para las gafas del erudito, y ello sin llegar a plantear hechos nacidos de la pura fantasía.
A destacar que Idries Shah perteneció a una familia oriental versada en el sufismo, radicada en India; hijo a su vez de madre escocesa, pasó la mayor arte de su vida entre Afganistán e Inglaterra, tendiendo un puente entre oriente y occidente, y a la vez posibilitando que tuviera un conocimiento del sufismo y de Islam de mayor proximidad a la de un erudito o catedrático occidental.
Simpático, trepidante e ilustrativo prefacio de Robert Graves.
El enigmático comentario de Robert Graves, en el libro Los mitos hebreos, «Los hongos alucinógenos (...) parecen haber sido introducidos también en los Misterios árabes, pues la raíz arábica FTR aparece en las palabras que significan 'seta venenosa', 'pan sacrifical' y 'éxtasis divino'», aparece desarrollada en este libro a lo largo de 3 páginas, aunque sin llegar a conclusiones.
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