Prefacio del libro
Edward Bach (1886-1936) fue un pionero de la investigación médica. Se preparó en el Hospital Escuela de la Universidad de Londres y trabajó como bacteriólogo asistente durante la Gran Guerra. Sus descubrimientos en relación con las bacterias intestinales fueron una contribución muy importante a la medicina contemporánea. Trabajó con F. H. Teale y sus descubrimientos en este campo fueron registrados en el Proceedings of the Royal Society of Medicine durante 1920. Sin embargo, no fue hasta que se unió al Hospital Homeopático de Londres, en marzo de 1919, que comenzó a desarrollar su labor en el camino que le haría famoso. La historia de la carrera del doctor Bach se relata en la biografía de Nora Weeks, pero puede ser esbozada a través de los escritos publicados que hemos agrupado aquí bajo el título de Obras completas.
Esta colección es más representativa que completa. Bach destruyó muchas de las notas de su investigación y sólo quedan fragmentos. Las publicaciones técnicas incluidas son sólo las escritas por Bach como único autor, de modo que su libro Chronic Disease a Working Hypothesis (1925), escrito conjuntamente con el doctor C. E. Wheeler, no ha sido incluido. Sin embargo, todos los hitos importantes de sus investigaciones están aquí y pueden ser estudiados por primera vez en su conjunto. De particular interés para los homeópatas serán sus escritos, desde 1920, cuando desarrolló los tipos bacterianos conocidos como «nosodes de Bach». Las etapas de su descubrimiento de los remedios florales, que le hicieron famoso, están también expuestas. Es una oportunidad única para analizar cómo progresó su obra desde 1928 hasta su muerte.
Algunos de estos escritos parecen algo confusos, pero siempre desarrollan los dos grandes ideales de Bach: encontrar remedios de hierbas simples que pudieran ser obtenidos libremente para el bienestar de todos, y compartir los descubrimientos con sus camaradas tan pronto como los obtuviera. Este impulso a realizar cosas simples orientó sus declaraciones económicas, y puede verse esto en Los Doce Curadores, donde constantemente refina sus descripciones sobre el estado de los remedios y la introducción al tema.
Aquí también podemos ver, uno junto al otro, los desarrollos de sus investigaciones médicas y de su perspectiva filosófica. Cabe preguntarse si Bach será más recordado por sus remedios florales o por su percepción de la naturaleza de la vida. Para algunos las hierbas medicinales son menos significativas que la comprensión de los estados emocionales que les dan sentido. Lo cierto es que éstas no hubieran podido ser descubiertas sin este conocimiento.
La disposición del material, tanto como fue posible, ha sido hecha en orden cronológico inverso. En el principio del libro tenemos su última conferencia pública, efectuada dos meses antes de su muerte. Siguiendo a ésta hay una selección de sus cartas y notas escritas en los últimos años. Se incluyen todas las ediciones de Los Doce Curadores. La edición de 1936 de Los Doce Curadores no es la final, ya que una introducción diferente, escrita por Bach, fue insertada después de su muerte en la edición de 1941. Esta puede ser leída en la versión inglesa común, en la que la introducción y el texto principal fueron escritos por Bach (como la edición de 1941 no se encuentra a la venta en castellano de forma separada, la hemos incluido aquí con permiso del editor.). Las notas posteriores han sido añadidas en diferentes etapas. En 1979 se eliminó la descripción que hacía el propio doctor Bach sobre la forma de preparar los remedios.
Los primeros escritos de Bach aparecieron en revistas de la época como Homeopathic World. Curiosamente fueron retitulados Cúrese usted mismo en 1933, tomando prestado el título de un libro de Bach publicado en 1931. J. Ellis Barker editó varios artículos sobre la obra de Bach. Sus comentarios son muy interesantes. En un editorial escribió que «las afirmaciones del doctor Bach son asombrosas», y que podía muy bien comprender que la profesión médica las tildara de «ridiculas y se mofara de ellas». En esa misma revista hay dos artículos sobre los remedios escritos por Nora Weeks, «desde el punto de vista de un lego». Es evidente que Bach sintió que esta mujer había realizado un buen resumen de la obra. Allí, también, Victor Bullen escribía una carta desde Cromer contando cómo el doctor Bach había ayudado a un amigo que estaba parcialmente paralítico, y de cómo su propia jaqueca, la aguda depresión y el tremendo miedo habían mejorado con los Remedios.
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