Comentario de la Librería
Obra maestra para gozar, compartir y repetidas veces escuchar.
Después de 25 años trabajando con el sitar como instrumento principal, Luís se tomó un reposo para celebrarlo, y dio a luz este espléndido trabajo con la lira del Mediterráneo antiguo como instrumento solista principal, a la vez que su melódica, dulce y armoniosa voz.
La lira, elaborada según las indicaciones de textos griegos antiguos, es un instrumento de un arcaicismo mágico, y a la vez de una simplicidad que sorprende dadas las sonoridades que pueden escucharse en el disco: con sólo 7 cuerdas, a coro, se llenan 9 pistas de un trabajo original e inolvidable.
El otro instrumento dominante, los coros de voz del mismo Luís, no recitan ninguna letra inteligible en ningún idioma, sino que recuerdan a lo que hizo Milton Nascimento en su segundo y famoso disco (al que le habían censurado la letra) solventando el autor el problema al tararear la melodía en un idioma sin academia.
Resiste, sin perder ni el más mínimo ápice de entereza, más de 50 audiciones seguidas!
Recortes de prensa:
«Luís Paniagua es un músico visionario y admirado. Con más de 30 años de experiencia en el ámbito musical, dos tercios de los cuales los ha dedicado a sus propias composiciones. Paniagua presenta nanas de Sol, su última creación, una obra para lira, voz y percusión, síntesis de todos estos años de carrera que como él mismo define 'es la mínima expresión intelectual para la máxima fluidez de ternura para el cuerpo y el alma'. Música en altas dosis de espiritualidad, sensibilidad y magia.» (Rockdelux)
«Su música puede parecer de la nueva era, pero su fuerza motriz hunde sus raíces en la noche de los tiempos. Brillante y cometido en las cuadras, inspirado en los lechos del teclado, imaginativo en las ornamentaciones tímbricas, Paniagua ofrece en su conjunto una muy bella obra. Quizá sea un raro, pero yo me quedo con los que trabajan en el alambre. Con Paniagua sin ir más lejos.» (Mingus B. Formentor)
«Es música sin época ni geografía concretas, que parece deslizarse por la mente como un sueño.» (Jorge Munnshe)
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