Científico, inventor y creador de la hipótesis Gaia
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Biografía |
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Libros del Autor |
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Lovelock es uno de los científicos e investigadores más notables, sorprendentes y provocativos del siglo XX. Con una formación en ciencias -química, física y biología- en Inglaterra, empezó a trabajar para diversas compañías en las Islas Británicas y en Estados Unidos, para pasar luego a establecerse como investigador independiente -en una casa rural en un entorno campestre en Inglaterra.
Su principal habilidad se basaba en encontrar soluciones y respuestas ingeniosas a problemas técnicos y científicos planteados por diversas organizaciones y compañías comerciales, para la NASA -o para quien fuera. Su veloz mente, su pensamiento original, su ingenio natural y su carácter independiente, le llevaron a poder vivir de forma autónoma de esta manera, y a su vez, a dedicar buena parte de su tiempo a viajar, a conversar con otros investigadores y, sobretodo, a desarrollar lo que ha sido su principal aportación científica o cultural al debate moderno sobre la vida en el Planeta Tierra, la hipótesis Gaia: la idea de que nuestro planeta bien puede ser considerado como un organismo viviente -como el organismo vivo más grande 'conocido'-, con capacidad para autorregular su propia temperatura, la composición química de la atmósfera o la salinidad de los mares, para permitir el desarrollo de la vida en su seno; o mejor: creando las condiciones óptimas para la presencia de la vida en su superficie.
Esta teoría, que bien puede ser considerada desde un ángulo científico o también desde una perspectiva más espiritual, surgió en la mente de Lovelock como su de una iluminación o un súbito proceso intuitivo se tratara, y le llevó años de desarrollo, de plantearla a sus colegas, de escribir artículos y libros y finalmente debatirla en congresos específicos hasta llegar a tener un reconocimiento mundial y una aceptación, o consideración, en el entorno científico.
Una de las consecuencias más destacadas de este planteamiento -o visión del plantea como un organismo autorregulador- es la consideración del posible (o seguro, según se dice ahora) calentamiento global del planeta: si bien hasta el momento el Planeta disponía de esta 'curiosa' capacidad de autorregular su temperatura, con el uso de combustibles fósiles el calentamiento global parece emprender una espiral en sentido contrario, de tal modo que la temperatura del planeta amenaza con subir de 6 a 8 grados centígrados para finales del siglo XXI -y con sus primeros efectos negativos para el 2010 o el 2015. Para imaginar la situación, sólo tendremos que prestar atención a que la temperatura media del Planeta en la Edad de Hielo era de unos 5ºC inferior a la actual -y si esto llevó a glaciaciones en efecto dominó, algo parecido podría ocurrir con una 'eventual' desertización de planeta en los próximos e inminentes años...
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