Comentario de la Librería
Existen dos tipos de dolencias: las agudas y las crónicas. Las agudas son aquellas que toman un emplazamiento rápido en nuestro cuerpo-mente, mientras que las crónicas son aquellas que aparecen de una manera más lenta y que tienden a permanecer largo tiempo enraizadas en nuestro organismo. Es sobre el primer tipo de enfermedades -las agudas- que trata este libro de homeopatía. Ejemplos de ellas son los resfriados y las gripes, las fiebres o el asma, las gastroenteritis, las otitis, el herpes, alergias o diversos traumatismos.
A lo largo de sus páginas iremos encontrando diversos tipos de dolencias así como los remedios homeopáticos que pueden ayudar a su remisión, organizando los capítulos en relación a la zona del cuerpo en las que pueden presentarse las patologías (así, para dolencias respiratorias, digestivas, problemas de la piel, comportamiento o traumatismos). Para cada dolencia, el autor nos presenta en primer lugar su simbolismo, que es de especial relevancia pues es la posible raíz que desencadena una sintomatología particular. A ello le sigue un completo desglose de las diversas particularidades sintomatológicas que puedan observarse en el enfermo (como momento del día en que aparece la dolencia), para ayudarnos a escoger entre los diversos remedios que pueden aplicarse en cada caso (este es uno de los puntos más relevantes del libro, pues nace de las observaciones que el autor ha llevado a cabo en la práctica diaria de la homeopatía a lo largo de 20 años de experiencia profesional). Para completar cada apartado, también se presentan diversas consideraciones acerca del perfil psicológico del paciente, pues en homeopatía este dato ayuda también a escoger entre los diversos medicamentos posibles para una dolencia.
Dicho esto, también cabe apuntar que este no es un tratado radical sobre los remedios homeopáticos. Su autor nos aconseja también sobre diferentes medicamentos habituales empleados en la medicina convencional (alopática), distinguiendo sus propiedades, utilidad y advirtiéndonos sobre sus efectos secundarios, sobre la conveniencia o contraindicación de ser empleados en cada caso, así como la posibilidad de que no 'accedan' a la raíz de cada uno de los problemas simbólicos que se esconden debajo de cada una de las dolencias. El libro también ofrece consejos sobre la conveniencia de visitar a un médico (homeópata o convencional) dependiendo de la intensidad y gravedad de los síntomas -de hecho, este vademécum homeopático se presenta más como una guía de 'primeros auxilios' para combatir en un primer momento la aparición de determinadas dolencias, más que como un recetario definitivo para que una persona sane sus dolencias sin necesidad de recurrir al especialista. Así, su consulta nos será útil en caso de dolencias poco graves, o en unos primeros momentos en los que acudir a un especialista no sea posible.
Este directorio homeopático va precedido por una breve pero directa introducción sobre la utilización de los remedios, y en su conjunto es especialmente apropiado para personas con hijos, pues el autor está especializado en pediatría.
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