Comentario de la Librería
Segundo volumen de la Historia de las Drogas, abarcando desde la caída de la influencia de la Iglesia Católica en la vida social de occidente, pasando por el triunfo del pensamiento racional, hasta las dos primeras décadas del siglo XX, durante las cuales las sustancias psicoactivas eran reguladas pero no perseguidas (así como tampoco lo eran sus usuarios).
En este interregno previo al nacimiento del prohibicionismo a ultranza, que arranca al final del libro con la Ley Seca en Estados Unidos contra los alcoholes (y que prosigue con numerosas prohibiciones de sustancias psicoactivas empleadas por minorías étnicas) se caracteriza por la creciente relación de occidente con las colonias, tanto asiáticas como americanas, de lo que deriva la llegada de numerosas sustancias psicoactivas a Europa y EE.UU. Así, el opio, el cáñamo, la coca, e incluso el peyote, así como el descubrimiento de sus principios activos. Si los primeros decenios de esta llegada de psicoactivos a Europa es saludado con el entusiasmo y la curiosidad de una sociedad abierta a lo nuevo, pronto empiezan a plantearse interrogantes sobre el empleo adecuado de estas sustancias, sobretodo sus principios activos refinados. Aun así, el uso de las drogas queda reducido a un círculo minoritario de artistas, como el caso de Baudelaire con el hachís, o a estamentos médicos, como el opio y la morfina, o la planta de coca, que también pasa a engrosar el número de bebedizos psicoactivos con el famoso Vin Mariani. En el caso del peyote, queda relegado a su uso entre los indios nativos americanos, que crean la conocida iglesia que comulga con este cactus visionario.
En este ensayo corre parejo en encontronazo de las culturas no occidentales con Europa, como se ejemplifica en el caso de las guerras del opio en China, con la incorporación del nuevo 'arsenal' psicoactivo en occidente, llegado de tierras lejanas, con el entusiasta saludo inicial para luego dar paso a las primeras regulaciones médicas. Exceptuando la paranoia con respecto al uso de sustancias psicoactivas por minorías étnicas en EE.UU. (los chinos con el opio, los mexicanos con la marihuana o la población afroamericana con la cocaína, este período se caracteriza por la ausencia de un sentimiento generalizado de miedo o acusación con respecto al uso de las drogas.
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