Comentario de la Librería
Si bien los anacoretas del pasado ayunaban para conseguir estados visionarios de conciencia, en el mundo moderno del trabajo lo que nos interesa es la producción, el bienestar, el rendimiento, poder conciliar el sueño fácilmente, esquivar el estrés... por no querer, !no deseamos ni envejecer! En resumidas cuentas, deseamos sentirnos bien.
Aunque actualmente la alimentación de las personas sea más variada que en el pasado, nos encontramos ante dos retos nuevos: primero, que los suelos de cultivo han sido sobre explotados, y que las cantidades de vitaminas y minerales que presentan estos productos son muy inferiores a lo que cabría esperar; y por otro lado, el marcado énfasis en el trabajo y la productividad supone un consumo mayor de determinados elementos y vitaminas, y por lo tanto necesitamos una cantidad mayor de aportación de los mismos. Un estudio mencionado en el presente libro servirá para esclarecer esta situación: en una prueba 'piloto' que se hizo en Inglaterra hacer unos años se suministró a un grupo de estudiantes las dosis diarias recomendadas de vitaminas y minerales, no a través de frutas y verduras, sino directamente mediante complejos vitamínicos de farmacia. ¿Y qué ocurrió? Pues que los que sacaban notables pasaron a sacar excelentes, los que sacaban aprobados obtuvieron calificaciones de 'bien'. Las conclusiones del estudio fueron simples: los suplementos proporcionaron más atención, más concentración y rendimiento a la hora de estudiar y pasar los exámenes.
Y es de esto sobre lo que versa el presente estudio. O sea, la relación entre determinados compuestos y el bienestar y el buen funcionamiento de la persona. Organizado en capítulos temáticos (atención, sexualidad, rendimiento, envejecimiento, sueño...) el autor nos va desgranando la relación entre los compuestos nutricionales, el funcionamiento del organismo y la sensación de bienestar de la persona en su quehacer cotidiano.
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