I
Debe considerarse, en primer lugar, que el glorioso señor san Francisco, asemejóse a Jesucritso en toodos los actos de su vida.
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El poverello
Asís. Año 1282. Dama Pica, provenzal, ha dado un hijo a su marido, Pietro Bernardone, mercader en paños. Le ponen Giovanni, Juan. El padre está en Francia. Negocios. Se dice qeu la madre ha tenido que bajar al establo para dar a luz. El chico no ha querido nace en la rica alcoba.
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Ámbitos, tierras y tiempos
Francisco es, naturalmente, gótico.
No vamos a ocuparnos ahora del oscurantismo medieval: yo lo creo un tópico, pero no vamos a discutirlo. Francisco se encontró metido en el siglo XIII, tampoco pudo discutirlo.
Buscó la inocencia de su siglo, allí donde estuviese, para desvelarlo. Y, clamando como un profeta contra los pecados de su tiempo, se convirtió en la más fina de las imágenes góticas.
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II
- Francisco, ¿a dónde vas?
- A la Puglia, a combatir.
- Pero dime: ¿de quién esperas mejor galardón, del amo o del siervo?
- Del amo, claro.
- Entonces, ¿por qué sigues al siervo y abandonas al amo?
- Señor, ¿qué quieres que haga?
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