Comentario de la Librería
Uno empieza por tomar una 'pastilla' un día y entrar en una sala de baile tecnológico, para danzar y dejarse llevar. Las luces, el ambiente y el movimiento... pero sobretodo la empatía, el fluir del tiempo y de la escena -llena de sincronismos-, que desaconseja el pensar e invita al sentir... y que nos descubre un mundo en el que todo parece estar en su lugar sin que nuestra voluntad dicte las normas... un mundo cálido que nos era desconocido... que se nos había escapado hasta ese momento.
Claro, este relato también podría haber tenido otro principio; uno entra en una sala de baile para danzar y dejarse llevar. Las luces... Y es que si estamos cerca de otras personas que han entrado en contacto con la MDMA -o éxtasis-, sus efectos se contagian por empatía, por vibración; en este sentido la MDMA es una sustancia particular no sólo por que sea la experta en abrir las puertas del corazón, sino porqué contagia su buen rollo por el aire...
Todo esto empezó en la pequeña isla de Ibiza, que ya había sido un mítico punto de encuentro en la ruta hacia Goa durante los 60. Tras largos años en laboratorios, donde ningún científico supo encontrarle aplicaciones útiles, la MDMA se introdujo con discreción en la escena terapéutica underground californiana, para salir a la luz en los bares universitarios de Chicago -como un embriagante más deseable que el alcohol-. Volvemos a encontrarla relacionada con el baile y con lo místico, de la mano de los DJ ingleses que pasaban por Eivissa, con el fluir grupal en las fiestas 'techno'. Y de allí -vía aérea-, a Inglaterra, donde durante los 80 se empezaron a celebrar las 'raves', y de allí a EEUU, y de allí a la prohibición... Y de la prohibición, llamando aun más la atención y provocando la consiguiente lluvia ácida de compuestos adulterados, a los mass-media...
Pero bueno, quedémonos en un punto medio, y adentrémonos en el libro: las raves, las fiestas techno y su sacramento -en Ibiza e Inglaterra. Porque el libro está centrado básicamente en los aconteceres acaecidos en las Islas Británicas, relatando de forma apasionada y brillante, enlazando los temas de de forma magistral, con todos los avatares de los clubbers y los organizadores de fiestas gratuitas al aire libre... Nos cuenta las esperanzas de estos gurúes disfrazados de DJs, así como las intromisiones de las mafias de las drogas; nos habla de los descubrimientos y de los propósitos de los organizadores de estas celebraciones -sus ansias de un mundo nuevo, su rechazo al mundo industrial y a su contaminación-, así como los fracasos o, mejor dicho, los duros choques con la realidad que de tanto en cuanto iban produciéndose.
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