Primer capitulo del libro
Es posible que el concepto de planificación prenatal te sorprenda, sobre todo en lo que se refiere a la programación de acontecimientos dolorosos. Para la mayoría de nosotros, esta noción supone un modo nuevo y radicalmente distinto e ver el mundo, y nuestro propósito en él. Cuanto más traumáticos son nuestros retos, más difícil puede resultar entender este concepto. Yo comprendí, acepté, y finalmente adopté como propia esta idea de un modo lento y por etapas, sobre todo en lo tocante a los aspectos más dolorosos de mi vida. Con cada paso, sentí la curación de viejas heridas. La ira y el resentimiento se desvanecieron, y fueron reemplazados por sentimientos de paz y alegría. Vi en la vida una belleza que anteriormente había permanecido oculta a mis ojos.
Mi propósito al escribir este libro no es convencerte de la absoluta realidad de la planificación prenatal, sino ofrecerte una idea que para mí ha sido de gran ayuda. Lo único que te pido es que consideres esta posibilidad. No tienes que estar convencido de esta idea para beneficiarte de ella. Sólo tienes que preguntarte, «¿Y si es cierto? ¿Y si realmente planeé esta experiencia antes de nacer? ¿Por qué lo habría hecho?». Simplemente hacerte estas preguntas dará un nuevo significado a las dificultades de tu vida, y te impulsará a un viaje hacia el autodescubrimiento. Ese viaje no exige ninguna creencia concreta en lo que concierne a la espiritualidad o la metafísica, sólo un cierto interés en el crecimiento personal y en la adquisición de sabiduría.
En estas páginas leerás las historias de diez personas valientes. Aprenderás lo que planearon antes de nacer, y por qué lo hicieron. El proceso para comprender la planificación prenatal es parecido al que tiene lugar cuando observamos una escultura. Si quieres apreciar realmente una escultura, no puedes verla desde un solo ángulo. Debes caminar a su alrededor, deteniéndote en algunos puntos para mirar desde una nueva perspectiva, y observar los detalles que entonces, de repente, se harán visibles. Cada relato es como una de esas perspectivas. Al observar la planificación prenatal desde diez ángulos distintos, conseguirás una comprensión más completa e integral de la que tendrías sólo con la observación de una o dos de sus facetas, o con una conversación estrictamente teórica sobre este tema.
Te animo a leer las historias con el corazón. El corazón posee un conocimiento más elevado y una sabiduría mayor que la mente. El análisis intelectual sólo te serviría hasta cierto punto. Estos relatos deben ser sentidos. Cuando tú, como alma eterna, planeaste tu vida actual, no te preocupaste por los conocimientos que podría adquirir tu mente. En lugar de eso, querías experimentar los sentimientos que generaría una vida en la dimensión física. Las dificultades de la vida son un medio especialmente poderoso para crear sentimientos que son, por otra parte, vitales para el autoconocimiento del alma.
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