Utilizamos cookies para el funcionamiento del proceso de compra. Aceptar cookies. Para saber más pulsar aquí... |
Librería Muscaria |
Otros libros sobre Salud |
| Ver Cesta |
|
|
Un clásico entre los libros sobre plantas medicinales. Publicado por primera vez en el año 1961 y reimpreso decenas de veces, este libro es un punto de referencia no tan sólo entre los lectores hispanohablantes, sino entre los farmacéuticos, médicos, herbolarios y naturistas de muchos países. Fruto del acopio de información durante 20 años, puede considerarse como obra maestra, sobre la que el paso del tiempo no hace más que asentar su utilidad y magnífica calidad. Como el mismo libro reza, contiene información sobre 678 especies, con 752 figuras, 58 mapas de distribución geográfica de las plantas y 33 láminas grandes -20 de ellas en color. La entrada de cada planta dispone de diversas secciones: nombre científico, nombres populares, descripción botánica de la planta, composición de principios activos, cultivo, virtudes medicinales, usos e historia. Esta información está presentada con tal amenidad que incluso la lectura al azar de la ficha de cualquier planta resulta entretenida, sorprendente y formativa. En el mundo de la enteogenia este tratado se ha hecho famoso no tan sólo por su exuberante calidad, sino por contener numerosas entradas a plantas psicoactivas (como la Cannabis sativa, Papaver somniferum, Amanita muscaria, kat ibérico, belladona, tabaco, beleño, efedra...) y sobretodo por la novedosa información que presentaba en la época referente a plantas visionarias como el peyote o el yagé, y también por el extenso apartado sobre los hongos psilocíbicos y el descubrimiento de R.G. Wasson sobre el uso chamánico de estos hongos en Huautla de Jiménez (téngase en cuenta que el artículo de Wasson en la revista Life, y su libro con Valentina, fueron publicados en América en el año 1957, y que el presente volumen fue editado en el año 1961). A destacar también la completa y larga introducción de 137 páginas, en las que se diserta sobre la historia del uso de las plantas medicinales, la conveniencia del uso de las mismas o de sus principios activos aislados (sirviendo como ejemplo el uso de los hongos psilocíbicos versus el empleo de la psilocibina), la teoría de la signatura (uno de los métodos más extendidos para la búsqueda de remedios naturales a las enfermedades), los filtros de amor, la fitoterapia, o los alcaloides... |
Índice del Libro |
|
Publicado por primera vez en 1961 y reeditado desde entonces varias decenas de veces, vademécum imprescindible para especialistas y aficionados, Plantas medicinales, el libro que Pío Font Quer (Lleida, 1888-Barcelona, 1964) escribió hace más de medio siglo, y que Península recupera aquí en una edición renovada, conmemorativa de los 50 años de la muerte de su autor, supone un hito no superado en el género y sigue siendo hoy un manual de referencia indispensable para farmacéuticos, médicos, veterinarios, herbolarios y naturistas. Sus más de 1.000 páginas, 678 especies reseñadas, 752 figuras originales, 58 mapas, 33 láminas y 11.300 términos en castellano, catalán, gallego y vasco, además de sus utilísimos índices, convierten esta obra en un libro fabuloso, casi inabarcable, que atesora cantidades ingentes de información y escapa a los confines de su género para convertirse en un auténtico tratado de etnobotánica y fitología de vigencia indiscutible. Contraportada edición tradicional: Ediciones Península se enorgullece de acoger en su catálogo Plantas medicinales, una obra que, por su ambición y su envergadura, no tiene parangón dentro e incluso fuera de España. Tras más de veinte años de acopio de materiales y de investigaciones exhaustivas, el doctor Pío Font Quer nos ofrece una completísima guía de plantas medicinales (con más de 678 especies reseñadas), en la que atiende no sólo a la descripción, amplia e inteligible, de dichas plantas sino también a su identificación fehaciente y satisfactoria. Siendo estos los mayores logros del libro, no lo son menos el extenso índice de los nombres vernáculos de las plantas medicinales, su composición química, sus virtudes terapéuticas, su modo de empleo y un repaso de los estudios sobre cada especie desde los tiempos del médico griego Dioscórides (siglo I) y sus comentaristas Pietro Andrea Mattioli y Andrés Laguna. El texto propiamente dicho va precedido de una extensa introducción en la que se refiere minuciosamente la teoría de la signatura, la hipótesis de trabajo que sirvió para los primeros ensayos acerca de de las propiedades sanativas de las plantas y las principales vicisitudes por las que ha pasado el conocimiento de los remedios vegetales desde los tiempo antiguos hasta la actualidad. Realzada por su amplísima información gráfica y geográfica, que no deja ninguna especie importante sin su correspondiente figura, Plantas medicinales es un vademécum imprescindible no sólo para farmacéuticos, médicos, veterinarios, herbolarios y naturistas sino también para todas aquellas personas que deseen confeccionar sus propios remedios caseros. |
Hace ya cerca de veinte años que con don José Fornés, codirector gerente de esta editorial, habla- mos de la publicación de este libro. Debía tener carácter popular y precio módico, y debía ilustrarlo Eugenio Sierra. Pero esta misma Editorial Labor solicitó mi dedicación a otras empresas, y hubimos de publicar las traducciones del «Tratado de Botánica» de Gola, Negri y Cappelletti en 1943; el «Tratado de Botánica sistemática», de Wettstein, en 1944; los dos tomos que a modo de apéndices se añadieron al «Tratado de Farmacia práctica» de Hager, en 1948; el «Diccionario de Botánica» en 1953; una «Historia Breve de las Ciencias Naturales» y la «Botánica» de la Enciclopedia Labor en 1956; nueva traducción, ya agotada por segunda vez, del «Tratado de Botánica» de Gola, Negri y Cappelletti, en 1959 ... aparte la revisión de otros numerosos textos. Y para otras editoriales fue preciso traducir el «Tratado de Botánica» de Strasburger, 3.« edición española y la 4.» edición argentina en 1949; así como redactar aquel extenso capítulo dedicado a «La Vegetación» para la «Geografía de España y Portugal» de Manuel Terán, en 1954; la «Flórula de los Valles de BoÍ», para el Instituto de Estudios Ilerdenses, en 1948; la «Flórula de Cardó», en 1950, y escribir y dirigir la parte gráfica de la misma, la «Botánica pintoresca», que vio la luz en 1958. Desde tan lejanas fechas se viene trabajando en la preparación de este «Plantas medicinales», y aque- lla obrita elemental que con el amigo Fornés habíamos imaginado preparar se nos ha convertido, casi sin querer, en esta ofrecida hoy al público, que rebasa con mucho el millar de grandes páginas. Este aumento, insospechado al principio, pudimos presentirlo a poco de empezada. Porque si queríamos dar descripciones acabadas de las especies medicinales, ya menudo con circunloquios obli- gados para facilitar su comprensión a los no versados en terminología botánica; pormenores detallados de las condiciones en que medra la planta y de las localidades en que se cría para facilitar su recolección a cuantos quieren obtener las especies por sí mismos; relación de los principios curativos y de su localización en el vegetal; datos, lo más completos sobre sus virtudes; para terminar con la historia de la planta en sus relaciones con el arte de curar, por lo menos a partir de Dioscórides, y tomando del de Andrés de Laguna cuanto de profundo o gracioso contiene este famoso autor renacentista, forzosamente tenía que salimos muy amplificado nuestro primer humilde proyecto. Tanto más por cuanto el deseo de hacer asequible a la mayoría de nuestras gentes la comprensión de estos textos nos obligaba a una representación gráfica de las plantas lo más completa posible; esto es, a dar una figura, si no más de una, para cada especie vegetal y aun a representar las plantas medicinales de mayor importancia con sendas acuarelas reproducidas con la mayor fidelidad. Finalmente, la nomenclatura popular, tan extensa, que ha acogido cerca de 11.300 nombres en castellano, portugués y gallego, catalán y vascuence, ha venido también a ampliar considerablemente los textos. Naturalmente, la descripción minuciosa de las 678 especies de este tratado requería una introduc- ción adecuada, que diese a conocer las vicisitudes del arte de curar a través de los tiempos, los afanes del hombre en busca de sus remedios, sus universales e inevitables desvíos, el progreso de la medicina facultativa basada sobre todo en los de la química mediante la farmacología, para damos cuenta, en definitiva, de que las plantas, que fueron los primeros remedios del hombre, pueden continuar mereciendo su confianza por su condición de fabricantes de sustancias químicas sanativas, que elaboran sin descanso, de día y de noche, y almacenan en su seno. Las especies del Dioscórides, en tiempo de Cristo, son las mismas de hoy, y elaboran las mismas sustancias. Lo que ha variado es el conocimiento preciso de ellas y de sus virtudes y la manera de administrarlas en cada caso. «Entre las felicidades suyas -nos dice Laguna en la pág. 4 de la »Anotación« con que empieza los textos de su Dioscórides- se puede alabar nuestra España que, si en alguna parte los hay, ella, cierto, contiene en sí muchos médicos y boticarios excelentísimo s, los cuales harían muy gran ventaja a todos los del mundo universo si, con las otras gracias y virtudes que tienen, se diesen un poco más a la cognición de la materia medicinal...» Cuatro siglos después de escritas estas palabras renovamos y ponemos al día el Dioscórides con los mismos deseos; pero limitándolo al conocimiento de la flora mediterránea occidental, con medios de difusión y de persuasión muy superiores a los del Renacimiento. Y nos dirigimos a todos, no sólo a los médicos y farmacéuticos, sino a cuantos se interesan en el estudio de las plantas y de sus virtudes. |
Otros libros que pueden interesarle |
|
|
||||||||
|
|
||||||||
|
|
||||||||
|
|
|
|
Copyright © 2001-2024 Librería Muscaria |