Comentario de la Librería
Nos encontramos ante un intento de dar explicación (o forma) a la alteridad -o al mundo de las apariciones, de la visiones, de los encuentros con espíritus, ovnis, hadas, dioses o dáimones... Ante la opción de intentar tomarse literalmente esos encuentros como acontecimientos puramente físicos, o de 'ridiculizarlos' sugiriendo que estas entidades son meras proyecciones de nuestro inconsciente personal, el autor (Harpur) remite al concepto jungiano de inconsciente colectivo, al más arcaico de Anima Mundi, para intentar dar un marco de encaje a estos 'encuentros', a estas apariciones.
Por realidad daimónica el autor entiende todos los fenómenos espirituales (psíquicos, anímicos) que encontramos en un sinnúmero de relatos, y que hoy en día tienden a dejarse de lado -o mantenerse en el anonimato- por temor a la ridiculización. Para empezar a abrir boca, el autor inicia el libro haciendo mención de relatos de personas que han tenido encuentros con hadas, o bien a avistamientos de ovnis (un mito moderno, en palabras de C.G. Jung). Para espolear un poco el marco de discusión, el autor nos sugiere que pongamos todos estos fenómenos dentro de un mismo saco -son figuras que emergen de una misma fuente: el inconsciente colectivo, el Alma del Mundo... o del poder creativo de la Imaginación-. «A los ojos de la persona de imaginación, decía W. Blacke, la naturaleza es imaginación misma.» Unos pueden estar relacionados con los espíritus de la Naturaleza, otros ligados a nuestra realidad actual, la sociedad hipertenológica en la que vivimos...
A estos ejemplos le siguen la mención de los dioses, a los espíritus tutelares de los hogares, a los arquetipos, los guías personales... Harper, el autor, no les asigna una naturaleza subjetiva -como una proyección del inconsciente personal-, sino más bien como entidades pertenecientes al mundo espiritual, pero que también pueden manifestarse de forma 'objetiva' (con voluntad, motivo y propósito individual) en el mundo de los sueños, en visiones o en apariciones. Son fenómenos que producen un gran impacto en las personas que las ven, a la vez que sorpresa, sensaciones de paz y de seguridad o bien de desconcierto, y que siempre tienen un contenido numinoso. Sin intentar dar una explicación racional a este fenómeno, lo que hace el autor es intentar no negar la evidencia de los testigos -así como ofrecer un marco plausible para comprender esta fenomenología -que es a la vez pintoresca y demandante de atención.
El libro está estructurado como una selección de relatos de apariciones, encuentros, sueños y visiones que el autor va acompañando de la elaboración de su marco conceptual. Si bien su apoyo en las investigaciones de Jung resultan interesantes, de más valor son sus pequeños comentarios y anotaciones sobre los relatos que nos va presentando, así como las menciones a los textos de William Blake o W.B. Yeats. El autor parece sugerirnos que entenderemos mejor estos fenómenos a través del estudio de sus manifestaciones que encontrando un marco teórico preciso e inequívoco para darles una estructura inmóvil. En cualquier caso, las sugerentes ideas que nos va presentando no dejarán a nadie en la indiferencia, y bien pueden considerarse como una ingeniosa y rica materia para el pensamiento.
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