Fragmento del libro
QUINTA CONFERENCIA: La observación de lo macrocósmico como tarea de la ciencia espiritual: la vida de la tierra y la vegetación
La preparación correcta del abono
La observación de lo macrocósmico como tarea de la ciencia espiritual: la vida de la tierra y la vegetación La preparación correcta del abono Lo expuesto ayer sobre la mejora del estiércol en los cuernos de la vaca, naturalmente tenía el sentido de mejorar el abono. El abonado, evidentemente, se mantiene, y hoy trataremos cuál ha de ser nuestra actitud ante este abonado, teniendo en cuenta la concepción de que lo que está vivo debe mantenerse íntegramente dentro de la esfera de lo vivo.
Ya hemos visto que lo etéreo-vital en realidad nunca de. ra abandonar lo que se halla en la región, en la esfera del crecimiento. Por ello hemos dado tanta importancia al hecho de reconocer que el suelo del cual surge la planta, que rodea a sus raíces, es una especie de continuación del crecimiento dentro de la tierra, lo vegetal-vital en la tierra IIlÍSma, o sea, algo vivo. E incluso he señalado ayer cómo puede concebirse la transición entre un montículo de tierra erigido con su vida interna debida, digamos, a la inclusión de humus, y aquello que rodea al árbol en forma de corteza, incluso en ritidoma, limitándolo hacia afuera. De la forma más natural, en épocas recientes, en las que necesariamente se ha perdido toda visión de las relaciones omniabarcantes de la Naturaleza, también se ha perdido totalmente el conocimiento de cómo esta vida, común al crecimiento vegetal 'j tenestre se continúa luego en los desechos de la vida que tenemos en el abono, y de cómo obran las fuerzas de esta vida omniabarcante. Necesariamente debería perderse más y más el conocimiento y la visión de estas cosas.
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