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LAS ABEJAS Las abejas á la entrada de una colmena. Para damos una primera idea del trabajo de las abejas, vamos á verlas á la entrada de una colmena vigorosa, en una bella mañana de junio (1), en el momento en que están poseídas de grande actividad. Si venimos suavemente á instalarnos al costado de la colmena, evitando todo brusco movimiento, permaneciendo inmóviles, no tendremos que temer en modo alguno ser picados por las abejas. (2) Guardianas; ventiladoras; aseadoras. Guardianas. Consagremos primeramente nuestra atención á las abejas que están á la entrada de la colmena; vemos algunas paseándose ante la puerta, ya en una dirección, ya en otra, atentas:al parecer ti todo lo que de fuera viene. Véselas vigilar á las abejas que entran y aun diríase que tratan de reconocerlas (I , fig. 2); parece que no permitan entrar á las pecoreadoras (3) sino después de una contraseña. Observaremos. en efecto, con bastante frecuencia, que ciertas abejas semejantes á las otras, y que se presentan como tímidamente á la entrada t son perseguidas y expulsadas por las guardianas. Estas abejas expulsadas pertenecen á otras colmenas y quisieran penetrar en la que contemplamos para robar miel. Más interesante es aún el hecho si una avispa, un abejón ó Ull abejorro quiere introducirse en la colmena. Hasta algunas veces, en ciertas regiones, han de defenderse esas abejas de un enemigo todavía más peligroso, la mariposa llamada Cabeza de muerto o que también pretende llevarse la miel de las colmenas (véase § 292). Llámese guardianas á esas abejas que vigilan la entrada de la colmena. Ventiladoras. También podemos ver con bastante frecuencia en esa época, sobre todo al anochecer de los días en que las abejas han recogido en las flores mucha miel, al lado de las guardianas otras abejas que están, por 10 contrario, absolutamente fijas, vuelta la cabeza hacia la piquera; firmes sobre sus patas, a menudo colocadas en fila unas tras otras, sus alas se agitan con rapidez tal, que casi no se las ve (2, fig. 2). Con facilidad conoceremos que la rápida agitación de las alas de esas abejas es la causa del singular zumbido que puede oirse al obscurecer cerca de las colmenas muy activas. Esas abejas no se preocupan en modo alguno por el ir y venir de las pecoreadoras, y parece se consagran únicamente á su función especial, que consiste en establecer , con el. batir de las alas, una fuerte corriente de aire en el interior de la colmena. Son tanto más numerosas cuanto mayor 'ha sido la cosecha de miel en la jornada. A esas abejas se las llama ventiladoras , porque su papel es establecer ventilación en la colmena. Aseadoras. Si hemos venido de mañana, cuando las abejas comienzan á trabajar, podremos ver también otras abejas frente á la entrada de la colmena ocupadas en transportar al exterior de su habitación todos los restos inútiles Ó en arrojar lejos las abejas muertas durante la noche (3, fig. 2). De manera general puede lIamárseles aseadoras. Pecoreadoras. Observemos ahora las abejas que entran y salen con regularidad para la recolección. En primer lugar nos sorprende la febril actividad que despliegan para el trabajo esos industriosos-insectos. Así que están fuera de la piquera, las abejas que salen emprenden sin vacilar el vuelo en dirección determinada, porque saben de antemano, por la recolección de los días precedentes, hacia qué punto han de dirigirse para encontrar su botín. Veamos á seguida las que regresan; si hay mucha miel en las flores, caen en su mayoría, cual extenuadas por la fatiga, sobre el tablero de la colmena ó también sobre la hierba que está delante (4, fig, 2); estas abejas van caro gadas del líquido azucarado de las flores: que traen para hacer la miel. Otras vemos también regresar á su habitación llevando en las patas postreras dos bolitas coloreadas de amarillo, de rosa, de blanco ó de otros colores (5, fig. 2). Estas á modo de pelotas están formadas del polen (véase fig. 8 y § 17) que las abejas han recogido en los estambres de las flores y han aglutinado sobre sus patas para transportarlo. El polen se emplea en la colmena como alimento para las jóvenes abejas en vías de desarrollo. En general, todas las abejas que van á la recolección llámense pecoreadoras. Notas: (1) A causa de las diferencias de clima y florescencia, todo cuanto los autores refieren en el presente capítulo puede observarse en nuestras comarcas en el mes de abril. (2) Si hay temor de ser picado, puede irse provisto de velo y guantes. (3) Hemos adoptado esta palabra para significar las abejas que vienen cargadas de botín. Fundados en que pecorear quiere decir en castellano extraer las abejas el jugo de las flores (N. del T.) |
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