Contraportada
A menudo melíferas y medicinales, siempre aromáticas y buenas compañeras. Una guía para cultivarlas, esparciendo sus virtudes y sutiles aromas ya sea en arriates, entre hortalizas y frutales, en un balcón, o a modo de jardín medieval. Conoce las propiedades de estas 58 plantas, desde las clásicas lavanda, hierba luisa, cilantro etc., a las más desconocidas: agastache, balsamita, bergamota… Aprende a recolectarlas con todas sus propiedades e introducirlas en lo cotidiano, para realzar platos y postres, aromatizar vinagres, preparar tisanas digestivas, licores y también lociones, mascarillas de belleza, saquitos perfumados, todo procedente de nuestro huerto y jardín.
De la introducció del libro:
Demasiado a menudo relegadas a la cocina, las aromáticas merecen hoy en día mejor destino. En efecto, conocidas bajo el nombre de aromáticas, condimentarias o 'buenas hierbas', han acompañado la historia de la humanidad como aliño y plantas para la salud a la vez. Fueron la sal y las especias cuando estas resultaban inaccesibles a las poblaciones menos afortunadas. Mezcladas con los guisos de rábanos y hierbas los hacían más apetitosos y sobre todo, mucho más digeribles. En el campo muchas de ellas fueron, durante siglos, la base de la farmacopea cotidiana.
También son beneficiosas para sus congéneres, cuidando la buena salud del jardín, del vergel y del huerto. Plantas repulsivas para ciertos insectos, evitan los daños por plagas, pero también saben ser acogedoras alimentando a las poblaciones de auxiliares ya las abejas. Un equilibrio precioso al que contribuyen con sutileza.
La extensa paleta de plantas aromáticas nos invita pues a algo más imaginativo que una apresurada plantación en un rincón del huerto o jardín. Se nos muestran como plantas de pleno derecho, que no hay que considerar desde un simple aspecto gustativo, sino que resulta apasionante aprender a combinarlas en el diseño de auténticos jardines, en línea con la tradición de los jardines de simples (medicinales). Llenos de flores, hojas y perfumes, los jardines de aromáticas permanecen bellos todo el año gracias a la presencia de ejemplares de sólida estructura y hojas persistentes. Los colores se vuelven suaves en los jardines paisajísticos y de esparcimiento o al contrario, tornasolados y tónicos. En cualquier momento del día y del año disfrutaréis de los infinitos matices de sus perfumes, cambiantes al capricho del solo del viento, de la lluvia, de la noche...
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