Prefacio del libro
Este libro indaga de qué manera creamos una persistente alienación de nosotros mismos, de los otros y del mundo, al fracturar nuestra experiencia presente en diferentes partes separadas por fronteras. Efectuamos una división artificial en compartimientos de lo que percibimos: sujeto frente a objeto, vida frente a muerte, mente y cuerpo, dentro y fuera, razón e instinto, y así recurrimos a un divorcio causante de que unas experiencias interfieran con otras y exista un enfrentamiento entre distintos aspectos de la vida. El resultado de semejante violencia recibe muchos otros nombres, pero no es más que la infelicidad. La vida es una sucesión de batallas, un sufrimiento constante, pero todas las batallas de nuestra experiencia -nuestros conflictos, angustias, sufrimientos y congojas- se generan en las demarcaciones que equivocadamente le imponemos. Esta obra examina de qué modo creamos esas demarcaciones y cómo podemos abordarlas.
¿Adónde dirigimos en busca de ayuda y orientación para superar nuestros conflictos y pugnas? Hoyes considerable la confusión al respecto. En primer lugar, nos encontramos ante una gran variedad de posibles enfoques, tanto orientales como occidentales, que van desde el psicoanálisis al zen, de la gestalt a la meditación trascendental, del existencialismo al hinduismo. Por si eso fuera poco, parece como si muchas de esas escuelas diferentes se encontrasen en abierta contradicción. No sólo diagnostican de diferente manera la causa del sufrimiento, sino que también prescriben métodos distintos para aliviarlo. Con frecuencia uno coincide con dos psicólogos o con dos maestros espirituales diferentes sólo para terminar dándose cuenta de que están en total discrepancia recíproca.
He intentado dar una síntesis, una perspectiva global de esta desconcertante diversidad de puntos de vista reuniendo los distintos modos de enfocar la terapia, la curación y el crecimiento personal dentro de un marco de referencia que llamo «el espectro de la conciencia». Este enfoque nos permite aceptar e integrar los rasgos esenciales de las tres direcciones principales de la psicología y la psicoterapia occidental: la corriente yoica ortodoxa (que incluye el conductismo cognoscitivo y la psicología freudiana del yo), la humanística (tal como la bioenergética y la gestalt) y la transpersonal (psicosíntesis, psicología junguiana y tradiciones místicas en general). Que yo sepa, no hay ningún otro libro que ofrezca este tipo de panorama general.
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