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Libros sobre Chamanismo |
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Ya era hora de que apareciera un libro sobre chamanismo de tomo y lomo, serio y competente -un digno heredero del imperecedero El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis, de Mircea Eliade-. Aparte de encomiables estudios sobre el chamanismo enteogénico en Latinoamérica, muchos libros modernos sobre el chamanismo inciden más en el aspecto bucólico y dulzón de esta técnica de sanación milenaria, que en la misma realidad. Los ensayos de este libro están escritos por profesores universitarios de diversos países, y han sido reunidos por Carlos Hugo y Hernando Bernal, de la universidad del País Vasco. Que sus autores sean académicos no implica que este sea un libro árido, denso y aburrido, pues los textos son dinámicos y amenos. Esto puede parecer un contrasentido, pero en cierto modo es normal debido a que el volumen se compiló con un ánimo divulgativo, para ofrecerlo al gran público. En ese sentido, si bien esta obra es menos densa y no contiene tanta información como el clásico de Eliade, también puede decirse que es de lectura más ágil (entre otros motivos, por las perspectivas diversas y lo variado de las temáticas presentadas). Como imagen refleja de la procedencia multicultural de los autores, los ensayos también responden al estudio del chamanismo en diferentes contextos sociales e históricos, de manera que llegan a abarcar países de los cinco continentes (América, Corea, Japón, China, India, la Unión Soviética, Australia, la Europa septentrional...). Y lo hacen estudiando tanto la pervivencia del chamanismo en la actualidad, como investigando creencias y mitologías para descubrir prácticas chamánicas allí donde su existencia casi no había sido estudiada. Entre los ensayos centrados en la pervivencia del chamanismo en la actualidad, encontramos un iluminador capítulo dedicado a la represión del chamanismo en la Unión Soviética, con la milagrosa pervivencia de esta práctica una vez se hubo clausurado el periodo de materialismo rampante y ateismo oficial, a finales del siglo XX. A este capítulo se le añaden otros sobre la práctica del chamanismo en la Corea actual (básicamente por parte de mujeres), así como tradiciones de sanación en Sudáfrica, en diversas etnias en el suroeste de la China, la práctica de esta ancestral técnica entre nómadas tibetanos refugiados en Nepal, el empleo de la ayahuasca en el amazonas, o bien la pérdida de conocimiento botánico en este ámbito geográfico debido a la aculturación... Entre los estudios enfocados a prácticas chamánicas ya desaparecidas, encontramos varios ensayos: sobre las cosmovisiones de la India pre-Brahmánica, rituales en la Australia aborigen, cosmologías de los países nórdicos europeos, cultos entre los antiguos mayas, tradiciones del Antiguo Japón y la China ancestral, e incluso un estudio sobre el posible entrelazamiento de la práctica chamánica con la antigua cosmovisión vasca de veneración de los espíritus de la naturaleza. Entre los estudios que se encuentran a medio camino entre lo antiguo y lo contemporáneo, hallamos uno que recoge la hipótesis planteada por Clottes y Williams en su libro Los chamanes de la prehistoria, que contempla las pinturas rupestres bajo la luz del chamanismo, o sea, como representaciones mágicas que invocaban el mundo de los espíritus entre los cazadores del paleolítico -en este ensayo, centrado en las pintura de las cuevas de Arasbaran-. U otro capítulo que diserta sobre el ensueño moderno de considerar al chamanismo como algo dulce y amable, con el anhelo de encontrar unos personajes que respondan a la figura de una persona amable, afectuosa y sabia que nos guía y conduce. Fericgla, como hiciera en su libro Los chamanismos a revisión, incide de nuevo en el abismo que hay entre el chamanismo tradicional (en este caso, amazónico) y la imagen idealizada y alejada de la realidad que en occidente hemos deseado edificar en torno al mismo; el contexto amazónico es duro, y también lo es la práctica de este prehistórica técnica de sanación. El libro se cierra con una entrevista a un líder Safima (una etnia indígena de la amazonía), que ofrece de primera mano una exposición de la cosmovisión natural y la mitología espiritual de su pueblo. En resumen, un accesible manual académico en el que podremos encontrar información sólida y solvente sobre el chamanismo (aunque no hallaremos instrucciones para convertirnos en practicantes modernos). |
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Índice del Libro | ![]() |
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EL CHAMANISMO es una fascinante práctica humana dotada de gran complejidad que refleja, por medio de algunas de sus manifestaciones históricas y contemporáneas, el patrimonio cultural de los pueblos indígenas a lo largo y ancho del mundo, desde el corazón de la selva amazónica hasta las rudas extensiones septentrionales de las estepas siberianas; desde los ancestrales pueblos de Sudáfrica rural hasta las áridas montañas Musgrave, en la Australia central. Con todo, la aplicación universal y el uso corriente del término «chamanismo» puede conducir a una falsa imagen de uniformidad. muy alejada de la profunda y extrema disparidad que caracteriza. en realidad, a este tipo de experiencias tradicionales. Tal vez esta haya sido una de las razones por las que, en las últimas décadas, el universo cosmovisional chamánico se haya convertido en un significativo objeto de estudio por parte de diferentes disciplinas académicas, como la antropología, la etnohistoria, la arqueología o la etnobotánica, y que haya suscitado, a su vez, una sorprendente curiosidad entre el público en general. No obstante, el conocimiento chamánico continúa siendo un asunto tan poco conocido y accesible como muy frecuentemente malinterpretado, especialmente cuando se trata desde el punto de vista de la modernidad occidental. Esta obra de pretensión multidisciplinar, en suma, trata de disipar algunos de los equívocos o tergiversaciones existentes en torno a este enigmático mundo, puesto que en sus páginas se ofrece un interesante horizonte panorámico que da cuenta del estado de cosas y de los últimos avances, a nivel teórico y del propio trabajo de campo, en los estudios sobre el chamanismo |
El yagé como práctica multidimensional chamánica, experiencia personal y aproximación a la medicina occidental La figura del payé tiene la capacidad y el deber de manejar, usar, administrar el orden natural, social y cósmico de manera equilibrada. Es el mediador de las relaciones y las fuerzas naturales entre el hombre y su entorno, entre los individuos de su comunidad y los seres sobrenaturales. Los rituales ejecutados por esta figura estimulan un complejo proceso de concertación y de negociación con los seres y dueños mitológicos del espaciotiempo. Asimismo, se le atribuye al payé el ordenar y mantener el mundo humano a partir de la administración de los roles socioculturales en su comunidad. Se trata de una destacada autoridad tradicional, un médium mediante el cual se reactualizan las relaciones sociales y naturales a nivel económico, social y de poder. (...) La ceremonia está liderada por el taita (chamán), líder espiritual de la comunidad que ha sido preparado durante toda su vida por otro taita (generalmente su padre) asumiendo la categoría de 'seguidor' (es decir, el que acompaña al taita y lo asiste en forma permanente). Este proceso, a todas luces progresivo, puede llevar hasta veinte años o, en algunos casos, más tiempo. No obstante, la formación o paso del conocimiento tradicional se produce de dos modos determinados: el primero, como una experiencia personal directa (entre el taita y el seguidor o discípulo) basada en la vivencia diaria, el diálogo, la práctica cotidiana, el conocimiento de plantas medicinales y sagradas y su uso en la medicina tradicional, el ejemplo y la reflexión. El segundo modo se centra en la planta sagrada, la cual da su aceptación a través de la toma del yagé y comienza a formar al seguidor a través de diferentes niveles o el paso de pruebas. Chamanismo tibetano en el exilio: vicisitudes del alma Este artículo es el resultado de una investigación sobre el chamanismo tibetano que se practica en Tashi Palkhiel, un campo de refugiados a pocas millas de Pojara, en Nepal. Se centra en los dos chamanes que actualmente residen allí, y en un tercero que ha muerto recientemente. Concretamente, trata sobre sus prácticas curativas, el trance y sus creencias sobre el alma, sus límites, características y funciones. A pesar del hecho de que estos chamanes son budistas y que el budismo no acepta la existencia del alma, ésta continúa teniendo un papel relevante en el chamanismo del campo. El chamanismo y las chamanas coreanas: identidades en construcción Cuando uno piensa en la Corea actual, la primera imagen que se le viene a la mente es la de un país a la cabeza del avance tecnológico y sumido en la carrera del desarrollo económico. En ese contexto social cabría pensar que las prácticas chamánicas no tendrían un lugar donde ubicarse dentro de la Corea moderna o postmoderna, así como que el chamanismo es una cosa del pasado, una práctica religiosa arcaica. Pero atendiendo a los datos concretos obtenidos tanto de los estudios estadísticos como de la observación directa de los ritos chamánicos, es evidente que el chamanismo coreano está más vivo que nunca y no sólo no es una tradición en vías de desaparición, sino que, por el contrario, es una tradición que cuenta con muy buena salud y con un número de practicantes en aumento (el de chamanas también). Incluso algunas estadísticas cifran en 200.000 el número de chamanes que existen en la actualidad. Pero todo esto no quita para que el chamanismo siga siendo mirado en general por la población con prejuicios y recelo, aunque la mayoría de ellos acudan a la chamana cuando surge algún problema en la familia o en los negocios. El chamanismo se encuentra en el centro de la cultura y el mundo religioso del coreano y surge especialmente en los momentos de crisis personal o familiar. (...) La posesión por los espíritus es considerada en muchas sociedades como el elemento clave para que una persona pueda ser llamada chamán. Chamán es aquella persona que es poseída por los espíritus. Si el individuo que es poseído desestima y niega la llamada de los espíritus, entonces los espíritus provocan que esa persona sufra una enfermedad o algún tipo de infortunio. La mudang no será en adelante una persona ordinaria. Ella o él se ha convertido en un nueva persona cuya identidad viene determinada por su relación con los espíritus y por el reconocimiento que hagan de ella sus clientes y las otras chamanas. Este cambio en su identidad individual y su relación con el mundo le obligará a modificar su modo de actuar y su propia forma de ser. Esta experiencia de posesión se convierte en un momento crucial en el proceso para llegar a ser una mudang. Este momento decisivo ocurre cuando la chamana entra en una nueva relación simbólica con un determinado espíritu que se convertirá en su espíritu tutelar. La chamana entrará en un proceso de identificación con el espíritu que la ha poseído. Este proceso de identificación puede extenderse a lo largo de un prolongado periodo de tiempo durante el cual la persona intentará rechazar o negar la llamada de los espíritus, sufrirá enfermedades o desgracias. Pasará por un periodo de resistencia frente a esta nueva entidad con la que ha entrado en contacto, considerándolo como una simple ilusión. Sólo en el momento en que la chamana, a través de un proceso de recreación de su propia identidad (jugando las acciones rituales un papel muy importante aquí), consiga llegar a la identificación con el espíritu que la ha poseído, entonces podrá liberarse de esta situación de sufrimiento para pasar a una nueva etapa en su vida como chamán. Algunos indicios de chamanismo en las cuevas rupestres de Arasbaran No cabe duda de que las cuevas profundas no se han utilizado como morada por más de 20 mil años. Y es una creencia universal que el inframundo tiene que ver con el «Otro Mundo» y pertenece a los espíritus y a los muertos. Por la misma razón, descender en las profundidades de las cuevas no se puede considerar como una simple acción exploratoria. En la medida en que los pueblos prehistóricos creían que estos espacios eran el territorio de los espíritus y de los muertos, esperarían encontrarse allí precisamente a espíritus. De acuerdo con Jean Clottes (1998), cuando los hombres prehistóricos se adentraban en las cuevas oscuras y utilizaban antorchas para iluminar las cuevas, veían imágenes por el reflejo de la luz de las antorchas, y se imaginaban que estas cuevas eran lugares donde los espíritus merodeaban. Asumieron que las aberturas naturales y grietas en las cuevas eran puntos desde los que los espíritus animales entraban a la cueva. Pudiera ser por la misma razón que la mayoría de los dibujos de animales fueran tallados en esas paredes. Debemos tener presente, además, que muchos espeleólogos han señalado en sus informes los efectos alucinógeno s de las cuevas. El frío, la humedad, la oscuridad y los sonidos en las cuevas intensifican las alucinaciones. Es por ello que la mayoría de los expertos están de acuerdo en que los dibujos tallados en las paredes de las cuevas representan las figuras imaginarias asociadas a los espíritus. En consecuencia, es probable que muchas obras de arte prehistóricas fuesen creadas en el contexto de la práctica chamánica. Curación indígena sudafricana. Cómo funciona Los sangoma o inyanga son chamanes, sanadores, sacerdotes y profetas que que han representado, desde siempre, la columna vertebral de las comunidades bantúes, especialmente en las áreas rurales de Sudáfrica. Sin embargo, el acelerado proceso de occidentalización y la creciente atracción por el mercado de consumo están erosionando las viejas costumbres con rapidez. Ello es debido a que el conocimiento indígena ha sido transmitido siempre oralmente y, en consecuencia, se ha dejado muy poco escrito sobre las tradiciones secretas de iniciación. Por eso, la bibliografía que se señala al final del capítulo es escasa. En cualquier caso, la mayor parte de la información es resultado de la experiencia personal derivada de mi propia iniciación en el mundo sangoma y la posterior formación en ésta y otras áreas de sanación. Es decir, el conocimiento se ha obtenido experimentalmente y no mediante el método científico. Además, algunos de sus contenidos se mantienen en secreto y no deben ser revelados. Por otra parte, la información sobre un mismo asunto puede diferir bastante de un sanador a otro, pero los principios generales son los mismos. Por ejemplo, todos los pueblos subsaharianos creen en la importancia de los ancestros y en su capacidad de canalizar sucesos, y por esta razón son reverenciados. En ese sentido, describiré aquí únicamente las tradiciones que descubrí durante mi iniciación y la posterior práctica recibida, aunque existen otras en el mundo sangoma. Los primitivos como enemigos de clase: chamanes siberianos bajo el comunismo en las décadas de los veinte y los treinta (...) Bogoras (antropólogo soviético) planteó también que no era suficiente con prestar atención en exclusiva a la erradicación del chamanismo, de igual manera que tampoco serían del todo entendidas las charlas puramente propagandistas dirigidas a los nativos acerca de las ventajas del enfoque materialista de la naturaleza. En su opinión, las autoridades soviéticas debían ir más allá y esforzarse por extirpar las raíces mismas que sustentaban el chamanismo, es decir, la espiritualidad del pueblo siberiano basada en la tierra y en una naturaleza animada que condiciona las formas de vida y creencias nativas. Para lograr este fin, el gobierno debía remodelar toda la sociedad indígena, introduciendo activamente la vida moderna y haciendo desaparecer la vida indígena. Es por ello que, más que cualquier lectura, una presentación 'personalizada' a los nativos de ciertas representaciones públicas sobre experimentos físicos y químicos o la proyección de películas cuidadosamente seleccionadas, el propio empleo generalizado de los nativos en las factorías de conservas y su implicación en otras actividades vinculadas con la maquinaria, podría inculcar en sus mentes una predisposición racionalista y mecanicista de cara a quebrar su cosmovisión animista. Por lo demás, en el mismo artículo Bogoras se pronuncia de modo resuelto contra la práctica antropológica de la observación participante ya que, en su opinión, los investigadores que tomaban parte en los rituales chamánicos validaban indirectamente esas prácticas dañinas que, por defecto, perjudicaban los intereses de la construcción comunista soviética. |
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