Comentario de la Librería
Este libro traza un perfil, con sus luces y sus sombras, de Carlos Castaneda, el mundialmente famoso escritor de las Enseñanzas de don Juan y la saga de relatos que le siguieron. Ha sido redactado por una de sus 'esposas' y seguidoras espirituales, quien va dibujando un semblante de esta compleja figura, que fue a la vez un magnífico escritor y un narrador excepcional, con un don de gentes sin par, una persona que había intentado borrar su pasado y vivir inmerso en el más absoluto misterio, un juglar fascinante y un líder espiritual maníaco, un mentiroso compulsivo y un mujeriego impenitente. El libro nos va ofreciendo las dos caras de esta figura que, como en el libro de Stevenson, parece adquirir alternativamente la faz de Dr. Jekyll o la de Mr. Hyde, con amabilidades sublimes o tiranías despóticas, con afanes de redención altruista, pero a su vez incapaz de solventar el más mínimo problema psicológico de sus seguidores -más allá de la demanda de cortar radicalmente con un pasado que no pueden olvidar-; un hombre que había introducido a miles de lectores en el mundo de los enteógenos, pero que en sus últimos años se negaba a oír hablar de ellos -excepto, según dicen, las daturas-, y que intentaba llevar a cabo unos 'rituales de iniciación' de la muerte del ego a base de sermones, amenazas y unas acusaciones sin par...
Si bien es cierto que esta narración podría leerse como un ensayo 'desmitificador' de Castaneda, este es sobretodo un relato sobre el proceso de fascinación que puede crear una figura de corte espiritual; sobre las ansias y tentaciones de alcanzar un mundo nuevo, de dejar atrás, volatilizados, los problemas personales de nuestro pasado. Es un libro sobre un acercamiento a una 'secta', las vivencias contradictorias que acontecen en sus adentros -autoritarismos y despotismos, ilusiones de encontrar una familia perfecta, encantos y vejaciones, temas de dinero o sexualidad, obediencias ciegas y esperanzas neptunianas-, para terminar con una dura reentrada al mundo real, con aterrizaje forzoso incluido (y con la habitual conclusión de que el mejor gurú para uno mismo no es más que uno mismo). Nada de esto es ajeno a nuestro tiempo, en el que las Iglesias se van despoblando y otras opciones van floreciendo por doquier en todas partes. Al final todos estos libros sobre gurúes dan la misma impresión: uno no sabe si las catástrofes y desilusiones se deben al gurú que se traiciona a sí mismo, o a la fe y autoengaño que proyectan sobre él sus seguidores. O a que nadie entiende nada sobre estos procesos...
Pero este ensayo ofrece también una tercera posibilidad: más allá de la mitificación o desmitificación de la figura de Castaneda, y más allá de la fascinación y el poder adictivo de las sectas, nos ofrece una posibilidad de trazar una línea divisoria entre el personaje de Castaneda y las enseñanzas de su don Juan. Castaneda ha sido uno de los mejores storytellers del siglo XX, y los libros pueden leerse perfectamente como magníficos libros de enseñanzas -siempre que se tomen y se digieran a responsabilidad de cada cual. Por lo demás, este es un libro que engancha -tanto o más que los libros sobre don Juan-; con su dosis de suspense y sus giros inesperados.
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