Permacultura Práctica

      Contraportada

    Un libro útil tanto para quien se inicia en permacultura como para quien ya tiene conocimientos avanzados. Con herramientas para concebir un proyecto propio, sea cual sea el clima y el tamaño de la finca, para lograr alimentos sanos y un alojamiento en un entorno sostenible. Abarca los principios básicos de permacultura y todo el proceso de diseño, desde conocer la tierra y los recursos de que se dispone hasta situar preferencias y necesidades.

    Con más de 280 fotos e ilustraciones, incluye información detallada sobre plantas, agua, residuos, energías, alimentos, animales y estructuras, con diseños y ejemplos reales en diferentes partes del mundo.

  Fragmento del libro

    Prefacio

    Hemos escrito este libro pensando en una amplia variedad de lectores. Abarcamos una gran diversidad de tipos climáticos así como de clases y tamaños de parcelas. Queremos que sean capaces de utilizar el libro tanto las personas de las zonas rurales como la gente urbana. La primera parte, «Lo esencial de la permacultura», te procura información básica sobre permacultura, desde la definición de la ética orientadora hasta los principios subyacentes. Esta parte también esboza la ciencia básica de la tierra que te hará falta para dar el salto al proceso de diseño. La segunda parte te lleva por el conjunto del proceso, desde la observación y el análisis pasando por la evaluación a fin de desarrollar un plan maestro y planificar el modo de poner en práctica el diseño y mantener lo creado. La tercera parte se ocupa de los sistemas que deben estar incluidos en cualquier diseño de permacultura: sistemas para gestionar la fertilidad de la tierra, el agua, los residuos, la energía, la protección, la producción alimentaria y los animales o la vida salvaje. La cuarta parte describe cincuenta plantas estrella para paisajes de permacultura. La quinta parte se centra en las estructuras invisibles, los fundamentos económicos y sociales de cualquier diseño permacultural. En la última parte del libro aparece una lista de direcciones de interés permaculturales, incluyendo experiencias y lugares en los que la permacultura es una forma de trabajo de la tierra.

    Lo esencial de la Permacultura

    Permacultura es un término acuñado por Bill Mollison y David Holmgren a mediados de la década de 1970. Se ha definido de muchísimas maneras, siendo la más común la resultante de una contracción de las palabras «permanente» y «cultura». También se ha entendido como jardinería ecológica extrema y como estilo de vida que incluye andar descalzo y ser espiritual, bailar en círculo o hacer yoga todo el rato. La permacultura puede incluir estos elementos, sin duda, pero estos no la explican. Entonces, ¿qué es exactamente?

    En cierto sentido, la permacultura es una forma de vivir que está adelantada a su época a la vez que con ella nos remontamos al modo de vida de nuestros antepasados, sostenible y ajustado a sus recursos ecológicos. Esto no significa que en un estilo de vida permacultural no podamos vivir con holgura y utilizar la tecnología existente. La permacultura nos proporciona las herramientas y las técnicas necesarias para vivir de manera sostenible mientras seguimos teniendo satisfechas nuestras necesidades en un estilo de vida con abundante comida sana, viviendas cómodas y recursos y energías renovables.

    La permacultura se parece a la arquitectura y la ingeniería en que, antes de nada, es un enfoque basado en el diseño. Con independencia de si estamos diseñando una casa, un gallinero, un jardín, una bolera o un patio de recreo, la permacultura es un proceso que empieza con un problema y encuentra soluciones. En la permacultura, las decisiones de diseño primero se basan en la ética y luego incorporan la lógica de los sistemas naturales. Si imitamos los patrones de la Naturaleza, nuestra vida es más sostenible y depende menos de recursos que no controlamos.

    Biodiversidad

    Por lo general, la diversidad de especies es un indicio de la salud del ecosistema. Los ecosistemas naturales contienen una amplia variedad de organismos -seres humanos, plantas, animales, hongos, bacterias, etcétera- que interaccionan en la telaraña de la vida. Cuantas más especies haya en un ecosistema, más posibilidades habrá para una interacción provechosa. Pasa lo mismo con la diversidad genética dentro de una especie. En nuestros diseños, un objetivo debería ser incrementar o mantener la biodiversidad para lograr una mayor estabilidad. Tengamos en cuenta que esto no significa estabilidad estática (el eco sistema no cambia nunca), sino estabilidad dinámica (el sistema cambia, fluye y refluye, y nunca se para). Unas especies vienen y otras se van. Ocurre lo mismo con los individuos, pero aunque haya presentes muchas especies y muchos individuos genéticamente distintos, estos cambios no provocarán el colapso del sistema. Lo cual significa que, en su conjunto, el ecosistema es más adaptable.

    La interacción de las especies permite el intercambio de recursos con independencia de si se trata de comida, nutrientes, oxígeno, alojamiento o depredación. Un organismo puede proteger o estar en simbiosis con otro. Cuantas más especies tengamos, más oportunidades habrá. La diversidad gen ética dentro de una especie es también un importante componente de la biodiversidad. Si queremos plantar diez manzanos y decidimos que todos sean «fuji», compartirán los mismos puntos débiles, lo cual significa que si se desata una enfermedad a la que la variedad «fuji» es vulnerable, quizá se pierdan todas las manzanas. En cambio, podemos plantar diez variedades distintas; entonces, si una o más resulta ser resistente a la enfermedad, aún podremos cosechar algo. Es más, podemos seleccionar variedades que produzcan manzanas con diferentes cualidades y que den varias cosechas al año.

    Planificación Eficiente de Energía

    Prestar especial atención a la planificación eficiente de energía es importantísimo desde el principio mismo del proceso de diseño. En este contexto, no estamoshablando de energía en forma de electricidad, sino más bien de energías naturales en el sentido más amplio posible. Los patrones generales que diseñamos en el pai-saje han de tener sentido en el escenario de la pendiente, la posición, la elevación,los microclimas, los sectores y el marco humano regional. Si se pasa por alto algode esto al principio, tendremos un mal diseño que se traducirá en un producto final con algunas complicaciones funcionales importantes.

    En la comunidad permacultural, a los errores de los que no podemos recuperarnos sin un gran coste o enormes cantidades de trabajo (lo que significa que la mayoría de la gente no lo hace nunca) solemos denominarlos «errores tipo 1»Entre los ejemplos incluimos el de comprar tierra no apta para nuestros objetivos (intentar cultivar cocos en Iowa), construir nuestra casa de clima frío en un lugar sin captación solar, o contraer una deuda agobiante que no podremos pagar (meter tanto dinero en un trozo de tierra que hemos de trabajar sesenta horas semanales fuera de ese lugar sólo para pagar el préstamo).

    Procesos de diseño en permacultura

    Ahora que estás familiarizado con algunos conceptos básicos de permacultura y has reflexionado un poco sobre cómo funciona el mundo natural, ha llegado el momento de iniciar el proceso de crear un diseño permacultural. El proceso de diseño permacultural tiene que ver con ensamblar componentes -conceptos, materiales, técnicas y estrategias- en relaciones mutuamente beneficiosas.

    Comenzamos con un enfoque maestro del proceso de diseño, lo cual significa descomponerlo en pasos que al final desemboquen en un plan maestro. En la parte 1 del proceso, analizarás y evaluarás tus necesidades y las de tu emplazamiento. Tras reunir estos conjuntos de necesidades, en la parte 2 utilizarás métodos de diseño permacultural para generar ideas que puedas valorar mediante los principios estudiados antes. Después, en la parte 3, adoptarás el plan maestro global que has creado y pasarás a los detalles que permitan ponerlo en práctica.

    El proceso de diseño puede ser abrumador. Según cuales sean el lugar y las personas participantes, será más fácil completar unas partes que otras. En cualquier caso, no seas injusto contigo mismo limitándote a un diseño solamente. Aborda el proceso dando un paso tras otro, y así todo será más manejable.

    Horticultura sin labrar

    La idea de que hemos de roturar el huerto cada año se contradice con lo que la Naturaleza nos ha enseñado sobre lo que funciona. De acuerdo, arar desmenuza la tierra, con lo que resulta más fácil trabajar; también la airea, por lo que las poblaciones de microbios estallan y mastican el material orgánico de la tierra mucho más deprisa, liberando los nutrientes que las plantas absorberán. Sin embargo, muchos de estos nutrientes se pierden asimismo por filtración, volatilización o escorrentías, y a largo plazo la roturación daña realmente la actividad biológica de la tierra. Para la tierra, lo mejor son los métodos hortícolas que funcionan especialmente sin labranza.

    A principios del siglo XX, Ruth Stout, pionera de la horticultura ecológica, aprendía y enseñaba que hay que seguir el ejemplo de la Naturaleza de tener huertos anuales sanos sin roturarlos. El acolchado protege y alimenta lo que a su vez alimenta las plantas. Esto también minimiza el trabajo necesario en comparación con el de la horticultura convencional: sin labranza, sin «malas hierbas', sin fertilizantes, y con un riego mínimo.