Prólogo del libro
El libro que el lector tiene en las manos sólo quiere ser un resumen del arte y la historia de Montserrat. Un resumen que, como un gran mural, querría explicar los hechos más importantes que han configurado la vida y la fisonomía de Montserrat, monasterio y santuario, a lo largo de su historia ya milenaria.
Como un pequeño microcosmos, la historia de Montserrat refleja de algún modo la de Cataluña y la de la Iglesia. Los sudores, la sangre y las lágrimas de un pueblo, al igual que su alegría, sus anhelos y esperanzas se proyectan en esta institución tan peculiar que es Montserrat, y que durante siglos, y hoy más que nunca, la visitan reiteradamente tantos catalanes que encuentran allí raíces de su identidad colectiva. El lector verá cómo desfilan ante él condes y reyes, nobles y papas, que manifiestan gran veneración por este lugar, porque la Virgen lo escogió para manifestar en él su bondad maternal hacia los pobres y afligidos de toda clase; verá al pueblo sencillo, que llena el Montserrat de cada día, y a la comunidad monástica que se afana por acogerlo dignamente y fortalecerlo en la fe cristiana.
El libro está dividido en secciones y capítulos, porque los libros se hacen así; pero la vida fluye sin solución de continuidad; todo va unido y todo se convierte en causas y efectos concomitantes, que se mezclan y se influyen mutuamente. El historiador monográfico corre el riesgo de disecar la historia para dominarla. No quisiera haber incurrido en este defecto; más bien soy partidario de que la vida o la historia hablen por sí mismas y hacerme solo portavoz de ellas.
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