Comentario de la Librería
Para el movimiento hippy la LSD fue vista como una sustancia que promovería la paz, y de aquí el famoso: «haz el amor y no la guerra»... Esto, visto desde un escenario abierto a la luz del día, en la escenificación llevada a cabo por la generación del Flower Power. Pero en las subterráneos de los servicios secretos y de inteligencia de diversos estados a lo largo y ancho del planeta (entre ellos la CIA), la LSD fue vista como una tentadora 'arma' para descolocar mentalmente al adversario (o anular y confundir la voluntad de los demás -y también como una posible 'droga de la verdad'). Así pues, nos encontramos con una misma sustancia vista desde perspectivas diferentes -según el emplazamiento dónde nos encontremos...
Sobre este segundo polo -las investigaciones de la CIA con cobayas humanos- es de lo que trata el presente libro. El autor, que inicialmente había trabajado durante 5 años en el Departamento de Estado norteamericano, había publicado un libro subrayando la necesidad de reformar la CIA -por los pintorescos métodos y operaciones que llevaba a cabo... Luego, tras la desclasificación unos documentos 'secretos' concernientes al proyecto MK-Ultra (que relacionaban el uso de la LSD por parte de la CIA como arma de contraespionaje), nuestro autor pidió a la Administración norteamericana más documentación sobre este asunto. Para su sorpresa, esta información llegó finalmente a sus manos -a pesar de que muchos de los parágrafos aparecieron censurados.
Ni corto ni perezoso, el autor se embarcó en el proyecto de investigar esta documentación, localizar y entrevistar a todos sus posibles actores y redactar el presente libro -que se ha convertido en EE.UU. en uno de los paradigmas que pone al descubierto la retorcida mente la cuadrilla de paranoicos que andan camuflados por las centrales de inteligencia estatales, llevando a cabo los más alocados y tenebrosos estudios con la mente humana, el control mental, las guerras de contraespionaje y demás... (todo esto, claro está, con toda la meticulosidad y para prestar un servicio a la patria).
En la historia de la psiquedelia son conocidos episodios puntuales de la intersección de la CIA con la 'contracultura'. Por ejemplo, el 'espía' que llevó Gordon Wasson acuestas en su tercera visita a María Sabina -con el objetivo de traer de vuelta muestras de los hongos psicoactivos; o bien el suicidio de un agente del ejército norteamericano al que le dieron LSD sin previo aviso ni consentimiento; o la administración de LSD a clientes en 'falsos' prostíbulos, mientras que agentes de la CIA observaban su reacción detrás de oscuros cristales... El mismo James Moore, el agente camuflado que se fue con Wasson a la Sierra de Oaxaca, confesó años después acerca de la CIA: «De haber sabido que se trataba de una banda de locos, me hubiese negado a colaborar con ellos». Frases más patéticas pudieron escucharse en una confesión de uno de los principales responsables del proyecto, que años más tarde apuntó: «¿Qué más podía pedir un buen muchacho americano, un chico de sangre caliente, sino poder mentir, matar, robar, golpear, secuestrar y darse a toda clase de pillaje, con la bendición de las alturas?»
Sea como fuere, los chiflados de la CIA emprendieron este proyecto 'secreto', llamado MK-Ultra, para investigar el potencial de las drogas alteradoras de la mente para hacer lavados de cerebro, para utilizarlas como 'drogas de la verdad' o bien 'simplemente' para estudiarlas como posibles 'armas no letales de guerra'. Todo esto dentro de un escenario completamente paranoico del 'nosotros debemos hacerlo porque seguramente el enemigo lo debe haber estudiado ya'. Y claro está, todo dentro de un secretismo y de un ambiente enrarecido que lo recubría todo: muchos de los estudios se llevaron a cabo sin conocimiento de superiores de la organización, o con agentes que parecían sacados de un frenopático... Todo ello, para acabar llegando a la brillante conclusión de que la LSD no servía como 'arma de guerra no-convencional', y acabar aparcando el programa (para emprender seguramente otros aun peores).
Con todo, una excelente y necesaria labor de investigación en torno a las pintorescas mentes de los personajes que controlan el bienestar y la estabilidad de nuestras existencias...
|