Comentario de la Librería
Este es un libro sobre la vida, escrito por 'expertos' en tanatología. Esto tiene cierto sentido, pues Elisabeth Kübler-Ross siempre había recordado que lo peor del morir es acordarse en el último momento que uno ha olvidado de vivir -o de hacer las cosas que realmente creía importantes... Así pues, este es un ensayo sobre el camino de la vida, pero contemplándolo en espejo desde uno de sus extremos: desde la despedida, desde el final...
Este trabajo está escrito mano a mano entre Elisabeth Kübler-Ross y David Kessler; por decirlo de algún modo, los texos de los capítulos están redactados conjuntamente, mientras que los ejemplos o casos que se exponen son de ambos autores, mitad y mitad... El motivo es que este es el primer libro que escribió E. Kübler-Ross después de la grave parálisis parcial que la afectó durante los últimos años de su vida, por lo que contó con la colaboración, ayuda y participación de este otro 'profesional' de la tanatología. Podemos decir que Kessler es más formal y menos rebelde que Kübler-Ross, pero que en conjunto se complementan bien.
La estructura del libro está formada por 'capítulos' en los que se exponen diferentes aspectos de la vida, contemplándolos en cierta manera desde el final de la misma: ¿Qué es lo que hice bien? ¿En qué no me esforcé lo suficiente? ¿Qué aprendí? ¿Qué me olvidé de hacer? ¿Que hay de 'auténtico' en mi pero que no me atreví a desarrollar? En cada capítulo se entrelazan los pensamientos y perspectivas de los autores, a los que se van intercalando 'ejemplos' y casos de lo vivido por ambos a lo largo de sus carreras en el campo de la tanatología.
Por ejemplo, nos relatan que ante un a grave enfermedad nadie 'hecha en falta' haber pasado más tiempo en la oficina, o haber ganado 'más dinero' en caso de que tenían suficiente para vivir; en su lugar, sí que se recuerdan los buenos momentos de la vida: el tiempo libre que pasaron con la familia o bien con los amigos, por ejemplo. O preguntas del tipo: '¿Hice realmente lo que quería o anelaba hacer, o más bien asumí un papel establecido para obtener así más seguridad?'. Estos y otros temas, indicados en el índice del libro (ver más abajo), se van desarrollando a partir de las perspectivas de los autores, de su labor en el campo de la tanatología y diversos casos relatados por sus propios pacientes.
Si bien un libro 'nunca' puede sustituir la experiencia o vivencia de la persona por el camino de la vida, este ensayo puede ser un buen punto de referencia y de reflexión para 'sacar a la luz' aspectos y pensamientos de nosotros mismos a los que habitualmente prestamos poca atención, o bien 'postergamos' para más adelante...
Y para finalizar, recordar una ingeniosa frase de Nietzsche: «Mi doctrina es: vive de tal manera que desees volver a vivir nuevamente -esta es tu obligación-, puesto que en cualquier caso volverás a vivir de nuevo!».
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