Comentario de la Librería
Como apuntaba Antonio Escohotado en el tercer volumen de la Historia de las drogas, 'no existe quizá un relato tan minucioso de viajes químicos en la historia de la literatura como los testimonios de Henri Michaux...'. Este autor escribió cuatro libros sobre este tema, entre los que se encuentra el presente volumen, que versa sobre sus experiencias y meditaciones en torno a la mescalina, la LSD y también unas comparaciones con el hachís y el opio.
Estas experiencias con sustancias visionarias, muchas de ellas anotadas durante el transcurso de las sesiones y completadas poco después del aterrizaje, se encuentran entre las primeras que se llevaron a cabo en occidente durante la segunda mitad del siglo XX, al inicio del redescubrimiento de los enteógenos por Wasson, Graves, Artaud... En este sentido cabe enmarcar el presente libro junto a los escritos de Jünger, como Visita a Godenholm, o a Las puertas de la percepción, de Aldous Huxley, y a las primeras noticias y libros publicados por los Wasson.
En los relatos del presente ensayo Michaux plasma el alma de un poeta occidental sobrecogido por el desbordante torbellino de una experiencia visionaria, que él aborda desde diversas perspectivas: estética, filosófica, religiosa... Aun así, lo predominante en el libro es una aproximación intelectual, fenomenológica, que es vencida por la potencia y riqueza de la experiencia psiquedélica. Tal y como advierte el autor en el prefacio del libro: «De tal modo ha comenzado mi estudio: fiel al fenómeno. He considerado el espectáculo con objeto de que me instruya. Contiene sin embargo tres trances... inesperados. Mi instrucción rebasó, en efecto, mis suposiciones. A pesar de rebelarme siempre frente a las puertas prohibidas y los 'reservado para iniciados', ahí supe por mí mismo que no se debe, y sobre todo, porqué no se debe, hablar demasiado. El arma sobrehumana de múltiples filos no puede ser soltada».
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