Comentario de la Librería
Jacques Loussier empezó su carrera gravando piezas de J.S. Bach adaptadas a un trío de jazz: piano, batería y contrabajo, con un poco de ritmo y mucho de swing -y sin apartarse de la naturaleza 'espiritual' de la música de este compositor barroco.
El éxito fue inmediato y a las diversas grabaciones de piezas de Bach le siguieron un retiro en el que Loussier se dedicó a componer música religiosa moderna para orquesta.
Pero tarde o temprano Loussier tenía que retornar a esta 'forma' de música que tanto reconocimiento y éxito le había aportado en sus inicios: adaptaciones de piezas de música clásica para un trío de jazz. Así surgieron 'adaptaciones' de la música de Vivaldi, de Albinoni, de Beethoven o más piezas de Bach. Y entre otras, esta música que tenemos entre manos: versiones de las famosas Gymnopedies y las Gnossiennes de Erik Satie, una música minimalista compuesta a finales del siglo XIX, durante los inicios de la carrera de este compositor francés.
¿El motivo de Loussier para aproximarse a estas piezas? Según cuenta él mismo:
«Me sentí atraído tanto por las cualidades de surrealismo de la música de Satie, como por su gran pureza del sonido que puede encontrarse en estas piezas para piano. En su forma original crean una atmósfera esotérica, que he escogido prolongar investigando su aspecto meditativo: buscando lo que tienen que decir acerca de nuestro yo profundo...» (Jacques Loussier)
Y en estas estamos: una música sencilla, profunda y meditativa; aliñada con swing y un buen balance de melodías sencillas, encantadoras y enigmáticas...
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