Comentario de la Librería
¿Imaginaba usted que los 'buenos' de la película perseguían siempre a los 'malos'?... Buen, no siempre es así. Como denota el símbolo del Ying y del Yang, dentro de lo positivo hay un poco de negativo, y viceversa... Y este es el caso de la guerra contra las drogas. Hace tiempo que se conoce que los servicios policiales, algunas facciones de los ejércitos y de tanto en cuanto los servicios secretos de inteligencia, prestan algún que otro pequeño favor a las mafias que trafican con ciertas sustancias psicoactivas (cocaína y heroína, principalmente). Pero lo expuesto en este libro desequilibra un poco lo que apunta el símbolo del ying/yang: el panorama que nos ofrece esta investigación va más allá de una tenue y esporádica relación entre servicios oficiales (gobiernos, agencias de inteligencia, poder judicial, bancos creados para el blanqueo de dinero), ...y acaba por dar una visión en la que el caos es tan enorme que da la impresión que por el momento nadie desea pararlo.
Nos encontramos a finales del siglo XX, en una sociedad 'global' en la que el consumo de drogas ha alcanzado niveles nunca vistos... Centenares de miles de pastillas dispensadas en farmacias, café, tabaco y alcoholes, y junto a estas, una lista sin fin de sustancias psicoactivas ilegales que circulan por el mundo subterráneo. El autor, un periodista alemán de renombre especializado en trabajos de investigación (es a su vez profesor de periodismo de investigación), emprende la tarea de descubrir por qué el comercio de sustancias psicoactivas ilegalizadas no cesa de crecer y aumentar, por qué los grandes narcotraficantes no comparecen jamás ante la justicia, mientras que los pequeños distribuidores de sustancias ilícitas pueblan las las cárceles mundiales hasta convertir la persecución del 'delito' en algo surrealista.
El panorama dibujado por esta minuciosa y fascinante labor de investigación deja al descubierto un mundo en el que la moral expuesta en los medios de comunicación difiere diametralmente de los principios aplicados por los servicios secretos de los Estados; un escenario en el que la guerra civil mundial que se desarrolla entre las superpotencias se nutre de los beneficios de la venta de de cocaína y heroína, desviándose estos beneficios en aportaciones a grupos guerrilleros, financiación de partidos políticos emergentes, corruptelas y tejemanejes en los más altos niveles de las instancias políticas mundiales... En definitiva, una labor de investigación que refleja crudamente el mundo moderno en el que nos ha tocado vivir -y a la vez, el enorme jaleo que se ha organizado a consecuencia de la bienintencionada y puritana idea de la 'prohibición de las drogas'.
«El capital se vuelve audaz si la ganancia es adecuada. Con el 20% se torna vivaz; con el 50% positivamente temerario; con un 100% pisotea todas las leyes humanas, y por encima del 300% no existe crimen al que no se arriesgue, aunque le amenace el patíbulo.» (T.S. Dunning, Sindicatos y huelgas)
«[el periódico] El Mundo recoge las impresiones de un peón del narcotráfico: 'Esto no se acaba, hay tanta gente dentro, tantos intereses, tanto dinero que no quieren que se acabe... La fiscalía, la Guardia Civil, policías, todos se venden, las embajadas también'» (A. Escohotado; Historia elemental de las drogas, p. 219)
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