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Médico, homeópata y descubridor de las Esencias Florales |
Edward Bach nació en Inglaterra, el 24 de septiembre de 1886. Después de realizar estudios de medicina en la universidad, se especializó en patología, bacteriología y posteriormente en homeopatía. Debido a un grave problema de salud durante su juventud, que según su entendimiento remitió a causa del buen ánimo y predisposición que sentía en relación a su trabajo, Bach tuvo la idea de que la salud y el estado de ánimo están íntimamente relacionados, y que se afectan mutuamente. Al empezar a trabajar en el Hospital Homeopático de Londres entró en contacto con la obra de Hahnemann, que apuntaba a un aspecto por el que siempre se había sentido interesado: el relacionar los medicamentos con tipologías psicológicas de los pacientes, de forma que se consideraba que los rasgos del carácter estaban directamente relacionados con la sintomatología que producía la enfermedad. No totalmente satisfecho con su anterior trabajo como bacteriólogo y los nosodes que había desarrollado como vacunas (y que perfeccionó utilizando el método de Hahnemann), se sintió atraído por desarrollar una concepción de la medicina que pusiera el énfasis en el restablecimiento de un ánimo abierto y positivo como una de las principales fuentes de la salud. Después de tener una intuición se dirigió a Gales para empezar y trabajar con plantas (primero con Mimulus e Impatiens). Inmediatamente incorporó estos dos 'medicamentos' vegetales al tratamiento de algunos de sus pacientes, de acuerdo con la personalidad que podía observar en ellos. Según relata, los resultados fueron muy positivos, lo que le animó a abandonar su lucrativa consulta médica en Londres para trasladarse a Gales y seguir investigando con las plantas, y en particular con la parte más etérea de las mismas: las flores. Desarrolló una forma particular de preparación de lo que luego se llamó 'Flores de Bach' (o Esencias florales, o Remedios florales): recolección de las flores o plantas en entornos silvestres, depositándolas en agua de manantial, que mediante solarización o bien cocción impregnaban el medio líquido con su 'esencia'. Con todo, los 38 remedios florales que ideó Bach han sobrevivido hasta nuestros días, y se los considera como una especie de medicamento que combate principalmente estados de ánimo negativos, confusos, contraproducentes o que bloquean el normal fluir en la vida de la persona -previniendo enfermedades, curando somatizaciones o bien disminuyendo su gravedad. En varios casos los Remedios de Bach suelen ser usados de forma complementaria con la homeopatía. |
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