Comentario de la Librería
¿Ha escuchado alguna vez en la TV, la radio o leído en los periódicos una información sobre un tema que usted ya conocía? ¿Sí?... Es posible que tuviera la sensación de que lo que le estaban contando no tenía ningún sentido, o bien que la información pareciera maquillada para decantarla hacia un lado u otro -o, incluso, que 'la información' fuera, curiosamente, diametralmente opuesta a lo que usted crecía conocer-. Claro está que, hablando desde la perspectiva del sentido común, nada impide que una información televisiva coincida, de vez en cuando, con la realidad: por ejemplo, cuando comentan las oscilaciones meteorológicas del día anterior, o bien el resultado de un partido de fútbol.
Por lo que parece en tiempos de democracia es muy importante lo que la gente piensa. Si uno quiere invadir un país, o hacer cualquier otra cosa, antes que nada ha de procurarse que la 'opinión pública' (o sea, la opinión de muchos) se oriente en la dirección correcta. Entonces ya se tiene vía libre para actuar.
Según todos los indicios esta es la opción escogida por quienes detentan el poder -grande o pequeño-. Y para llevar a cabo estos maquillajes de la realidad existen los medios de comunicación que, por lo demás, cada día adquieren más el estilo de canales de entretenimiento de masas. Según la opinión de Nietzsche, todo esto de los medios de comunicación -y, más en concreto, los periódicos- habrían sido ideados por un grupo de 'cretinos' que pensaban que de un día para otro pasaba alguna cosa. Y como que de un día al siguiente no pasa nunca nada (y si algo ocurriera, tampoco nos lo contarían), los mass media finalmente han optado por adornar su programación con contenidos y decorados de entretenimiento, aprovechando nuestra fascinación por la anécdota llamativa, al mismo tiempo que van introduciendo cuñas informativas para indicarnos 'cómo son las cosas' -y, por tanto, qué es correcto pensar-. Esta dinámica, además de tener la virtud de crear una especie de 'pensamiento uniforme', se basa en la ansia considerable que tenemos todos de conocer (de saber qué es lo que ha hecho este personaje o el otro, aunque sólo sea para poder comentar alguna que otra anécdota picante cuando quedamos con los amigos para tomar un café).
En algo hemos de creer y, cómo comentaba Ernst Jünger: «Ahora que las personas ya no creen en lo que hay escrito en las estrellas, creen en lo que hay escrito en los períodos». Y estos periódicos, a falta de buena voluntad y mejor información, y con la decidida voluntad de ofrecernos algo en lo que creer -por lo menos 'hasta nuevo aviso'-, nos obsequian con un sin fin de entretenimiento aliñado con unas cuantas tergiversaciones, todo ello basado en el famoso principio que dice: Si se repite una mentira 40 veces, esta se convierte en verdad -sólo que, hoy en día, en un mundo en el que los procesos están tan acelerados, con 3 ó 4 repeticiones parece que ya es más que suficiente.
En el presente libro se analizan de forma exhaustiva diversas noticias aparecidas en la prensa española a lo largo de los últimos años. Son temas relacionados, principalmente, con política internacional: Irak, Latinoamérica, China, el Oriente Próximo. Y se pasa del dicho al hecho, o sea, contrastar estas noticias con otras fuentes de información de otros lugares para ver si lo que aquí se publica tiene algo que ver con lo que allí acontece. El resultado, más que decepcionante, es ilustrativo de la manera en la que funciona el sistema de información de masas en estas latitudes. Claro está que también hubiera sido curioso hacer el mismo estudio en el sentido inverso; o sea, analizar lo que los medios de comunicación de países lejanos (y, presuntamente con sistemas políticos diferentes) cuentan sobre nosotros, y así comprobar -o no- si es verídico el refrán que nos advierte que en todas partes cuecen habas.
Lo dicho: hagan la prueba y lean una noticia sobre un tema que ustedes conocen un poco -o bien lea este libro y podrá apreciar más nítidamente los restos de maquillaje que se encuentran en nuestras opiniones y nuestras conversaciones.
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