Contraportada
Con un lenguaje amable y compasivo, Compañeros en el adiós nos ayuda a atravesar el último capítulo de nuestra vida. David Kessler ha identificado áreas clave de interés: la necesidad de los que van a morir de ser tratados como seres humanos vivos, de tener esperanza, de expresar sus emociones, de participar en sus cuidados, de que sean sinceros con ellos, de buscar la espiritualidad y de no experimentar dolor físico. Examinando las experiencias físicas y emocionales de enfermos graves y terminales, Kessler procura un vocabulario a los moribundos y sus familiares que les permite comunicarse con los médicos, con las enfermeras y entre sí y, en un momento en que es extremadamente difícil hallar las palabras justas, ayuda a los lectores a encontrar un modo de decir adiós. Valiéndose de historias reconfortantes y conmovedoras, proporciona información para ayudarnos a satisfacer las necesidades de un ser querido en este momento tan importante de nuestra vida.
Solapa del libro
Este libro habla fundamentalmente de amor, en la forma de respeto, dignidad, honestidad, compasión y cariño que se ha de proveer a toda persona que se encuentra en los últimos capítulos de su vida. Su contenido abarca todos los aspectos y necesidades que rodean al moribundo, como su condición de persona hasta el instante final de su vida, la atención hospitalaria y la relación con los médicos, la tensiones familiares, las últimas voluntades del enfermo, el tratamiento del dolor, la necesidad de comunicar y muchas cosas más. Además, este libro es también como un espejo, ya que en la misma medida que nos habla de los otros en sus últimos momentos, nos enseña nuestro propio reflejo de cómo ha de ser nuestro final. Esa guía para atender a otros se convierte así en una salvaguarda para aplicar y prever las acciones hacia nosotros cuando esos instantes lleguen. Lleno de relatos y experiencias vividas por el autor, su lectura es tan útil y práctica como conmovedora y emocionante. Las personas que lean este libro encontrarán no sólo una ayuda para asistir a los demás, sino una luz de cómo afrontar y resolver muchas de las dudas que nos atenazan en los últimos momentos de la vida.
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